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y Blanca de Navarra, y del Príncipe de Viana. Provisión real de Felipe IV en Zaragoza, 23 abril, 1644, confirmando todas las franquicias del Roncal). Como esto era una tradición secular, aparecen en la Re- presentación doce monarcas de Navarra confirmando las franquicias del valle, comenzando con Sancho García, año 821, en su Documento fechado en Pamplona, siguiendo por Sancho el Mayor, Sancho Ramírez, don Felipe y doña Juana, el Príncipe de Viana con cédulas firmadas en lrache, 20 sep- tiembre 1441, y los reyes don Juan y doña Catalina en Pam- plona, 27 mayo 1496. 5) Entran en escena los reyes de Castilla y al mismo tiempo reyes de Navarra, demostrándole a Fernando VI el respeto de sus antepasados por los viejos usos y costum- bres del Roncal. Aparece Fernando el Católico, con su provisión firmada en Logroño, 27 septiembre 1512, Siguen Carlos V, Empera- . dor, con su cédula fechada en Pamplona, 12 diciembre 1523, Felipe lll y su consejo real de Castilla, en su consulta hecha el año 1618. Además, el rey Felipe IV, en su provisión de Zaragoza, queriendo recompensar a los roncaleses su oficio de guar- dafronteras, les daba el goce libre de los montes, yermos, yerbas y aguas de Erlanz, llamados las Arras. En esto coin- cidía Felipe IV con la cédula de los últimos reyes de Na- varra don Juan y doña Catalina Labrit (Pamplona 27 mayo 1496) que afirmaban de los roncaleses siempre obieron bravío y victoria. Nuestro bravo roncalés, gustando y regustando la his- toria de su terruño, aduce los servicios de sus paisanos en favor de Felipe V de Borbón, padre de Fernando VI, durante la guerra de sucesión, defendiéndolo contra los defensores del pretendiente de Austria. Los voluntarios de Roncal rin- dieron Berdún y su castillo, expulsando a los aragoneses de los valles de Ansó, Hecho y Arabués, sin entregarse al pi- llaje, pues esto lo dejaron para las tropas arregladas, ya que ellos iban pagados por las autoridades de su valle; > ron a los aragoneses a levantar el bloqueo de Jaca, siendo los primeros en avanzar, lo mismo que en el asalto a Egea de los Caballeros; fortifican la defensa y guarnición de San- gúesa, conquistando Uncastillo y Luesia, y defendiendo las poblaciones de Berdún, Salvatierra y Sádaba (1706-1707). Por todo esto el virrey de Navarra don Fernando de Moncada enviaba un Informe a Felipe V «para que se sir- viese tener presente el zelo y amor de tan leales vasallos merecedores de la soberana atención y benignidad de su magestad» (Pamplona 31 de marzo de 1711), Agradecido a tales vasallos el rey les concedía el co- mercio con Francia, aun al hallarse interrumpido y prohi- bido por causa de la peste de Marsella. Orden de Felipe V, Madrid 15 julio 1722. Llegamos al ataque final: «Nuestro muy amado rey, dueño y señor D. Fernando VI prometió en este mismo año de 1757 en forma de juramento real a los tres estados en la catedral de Pamplona, observar a todo el pueblo de Na- varra, ausente como si fuera presente, todos los fueros, leyes, y ordenanzas sin que sean interpretados sino en uti- lidad y provecho y honor del reyno... Si mira por la con- servación de los pueblos le eximirá del gravamen temido y le dexará nuevamente obligado para servir al rey y al reyno». Hubo respuesta favorable de Madrid confirmándose la cédula de Carlos el Noble, fechada en Tudela el 12 de fe- brero de 1429: «Que todos los del valle, para perpetuo, hayan e

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