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parece ser la mentalidad de monseñor Irigoyen y del P. Bur- gui en el Vademecum San Miguel in Excelsis. La tercera parte está dedicada al culto de San Miguel y a sus diferentes apariciones, junto con las obras realiza- das en el santuario y las diversas donaciones. Desfilan entre los grandes bienhechores Sancho el Ma- yor, García VI, Sancho V, Sancho Ramírez, rey de Aragón y Navarra, el infante don Ramiro, el penitente García Ar- nalt de Goñi, la fiesta de la Consagración del santuario, con fecha algo equivocada, visitas de príncipes y prelados, Al- fonso Sánchez, García Ramírez XIl y el obispo de Pamplo- na Bernardo de Folcaut. Sigue una relación de hechos maravillosos por la invo- cación a San Miguel en gro animales, niños y cose- chas. Nos muestra un rol de avalúos sobre las posesiones del santuario en Navarra, Vascongadas y Rioja, destacando en grado sumo la aparición del arcángel a los navarros en el asalto de Zaragoza (1118) a las órdenes de Alfonso el Ba- tallador, rey de Aragón y Navarra, Conoce el autor la importancia de Tudela como plaza estratégica y cita al bretón Rotrón de Alperche, a quien se encomendó su conquista, ya que con sus auxilios hacía imposible el asalto de Zaragoza. Por último viene lo mara- villoso. Los navarros invocan a San Miguel, el cual se les aparece guiándolos en el asalto de las murallas zaragoza- nas. En el mismo sitio por donde entraron, se construyó la iglesia de San Miguel de los Navarros, de tipo mudéjar, que aún subsiste en nuestros días. ¿Historia o leyenda? Toda leyenda responde a un hecho histórico; desfigurado en sus detalles y en su cronología es como la ceniza res- pecto del fuego. Juana de Arco en sus visiones hablaba con Santa Cata- lina, Santa Margarita y San Miguel, que le ordenaban sal- var a Francia. ¿Mitos? ¿Leyendas? Y esas leyendas produ- jeron la unificación de los franceses y su triunfo final. No podemos juzgar con nuestra crítica moderna los tiempos pasados, las afirmaciones fantásticas de Dávalos de la Pis- cina, Berdún y Guenduláin, o el P. Tomás de Burgui; cada uno es hijo de su tiempo, y de esa manera, aun la leyenda es valiosa. Y debemos recordar que desde el siglo XVI al XVIII hubo mucho de misticismo y de miticismo, REPRESENTACIÓN DEL VALLE DE RONCAL A LAS CORTES CONTRA EL PROYECTO DE LA INTRODUCCION DE ADUANAS EN NAVARRA Se lee en Yanguas y Miranda, sección de Comercio, pág. 232: «Entonces fue cuando ocurrió también al gobierno la idea de trasladar las aduanas del Ebro a la frontera fran- cesa y se llevó a efecto en 1718, a pesar de la fuerte opo- sición y reclamaciones de Navarra y de ¡as Provincias Vas- congadas; y así permanecieron hasta 1722 en que cedien- do Felipe V a nuevas quejas, hizo reponer las cosas al es- tado que tenían». En 1828, en las últimas Cortes, hubo menos oposición al traslado. a