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LA CIUDAD DE GUASTALLA Guastalla es en la actualidad una pequeña ciudad, que cuenta con 10.000 habitantes aproximadamente y está si- tuada en la provincia de Reggio-Calabria. Antaño fue pro- piedad de los miembros de la familia Gonzaga, y hacia 1751 de los duques de Parma; en esta época apenas con- taba con 5.000 habitantes. Constituía una ciudad amuralla- da y en sus alrededores se extendía Campolieto o Campo Ameno en las inmediaciones del río Po, cerca del hospi- tal de San Lázaro donde la familia Gonzaga había cons- truido un convento de capuchinos hacia 1591. La huerta sirve hoy de cementerio general. El patio fue cementerio israelita. La iglesia es un almacén de ladri- llos y material de construcción para el cementerio. En 1810 la invasión francesa suprime el convento y en 1812 se on su demolición. Sólo queda la habitación del vigi- ante, Se tienen noticias de que en el citado convento, al lado de las pobres habitaciones de los frailes, existian otras dedicadas en un anexo a la familia ducal. Dichas es- tancias se denominaban dei Principi y su conocimiento lo debemos al «Teatro di Poesía Heroica» que Ludovico Bian- chi dedicara al señor Ferrante Gonzaga. El convento de Campolieto conservaba las reliquias de San Germán y San caro que el duque Vespasiano Gonzaga habia re- galado. PRIMEROS AÑOS En la parroquia de San Saturnino está registrada la par- tida de bautismo de Miguel Fermín Vicente Jorge, hijo de don Juan María González y Valor, Jefe y Gobernador de la plaza y ciudad de Pamplona, natural de Palermo, maris- cal de campo, teniente general de los Ejércitos, y de ma- dama María Catalina Bassecourt, natural de Grigny, Artois, Flandes, camarera de la reina Isabel de Farnesio. Estas notas están fechadas el 24 de abril de 1719. El padrino del niño fue don Dionisio Montés, capellán militar. Esta familia pone, entre otros, a sus hijos los nombres de Fer- mín si son varones y Fermina si hembras, Constituyeron una familia numerosa, cuatro hijos y cuatro hijas, que fue- ron bautizados en San Saturnino de Pamplona. Miguel Fermín cursó estudios en los jesuitas, colegio a la moda en aquel tiempo. Muerto su padre hacia 1732, su esposa Catalina de Bassecourt pide para su hijo Miguel la encomienda de Calatrava y firma en ¡a citada fecha como madre y tutora del aspirante que contaba 14 años. El título llega por méritos del padre, a quien se había con- cedido licencia de renuncia en su hijo por decreto real en 1724, Todos los varones de esta familia, comenzando por Mi- guel Fermín, se enrolaron en los tercios walones. Ya aparece el nombre del muchacho en el ejército de Monte- mar a la conquista de Nápoles, seguramente recomendado al conde de Gages, jefe de la guardia walona al servicio de España. Su hermano Fermín Vicente morirá en el asalto a La Y A

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