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A Farnesio, en terrenos de la abadía de Fontevivo, que era propiedad de los duques (1605). Nuestro cronista, P. Francisco, nos relata que en este convento encontraron a fray Miguel de Pamplona «que nos obsequió muchísimo y hablamos de largo de las cosas de España y de nuestro país». Claramente, el cronista se refiere a Navarra, a pesar de ser riojano. El antiguo coro- nel pregunta por los recuerdos de su infancia, Pamplona y su ciudadela, que abandonó a los 14 años. Desea llevar adelante el mensaje misional, pero antes quiere prepararse en un convento de retiro. El P. Colindres, en su visita a España, había aconsejado la fundación de colegios de misiones para la buena forma- ción de los aspirantes. Con la elección del P. Lamballe como superior general, los superiores se declaran en con- tra de la reforma, arguyendo que no estaba tan mal la Orden como para acudir a tales extremos (1768). En este mismo año, el 8 de febrero, eran expulsados los jesuítas de los ducados de Parma. Las crónicas del con- vento Borgo San Donnino, copian la última parte del de- creto como algo curiosísimo. Expulsión de la Compañía «Con ordine di nom ritornari mai piú, eccettuati i soli nazionali svestitio l'abito e impe- trata la grazia». Hoy día, eso de ir de clergyman no sería inconveniente; entonces, sí. De repente Parma se quedó sin profesores, con muy poca catequesis, pues no había gente preparada para los nuevos tiempos en que se despreciaba todo lo que procedía del escolasticismo. A tal punto llegó la crisis que el rey Fernando de Nápoles, en los años 1789-1790, ofrecía a su amigo Monseñor Turchi, obispo de Parma, un conven- to de retiro para la formación de capuchinos adaptados al aggiornamento del siglo XVIII Monseñor Turchi alborotó mucho .y no construyó nada. El pamplonés tenía la fuerza de la razón y Turchi la razón de la fuerza. Fray Miguel pensó en volverse a España. Sus mejores amigos se habían dispersado por los conventos de ltalia; la reforma nacida en Roma fracasaba... Dispersos sus amigos PP. Querubín de Niza, Contardo de Módena y el santo Lorenzo de Zibello, su brazo derecho, que se había retirado al convento-noviciado de Guastalla. Hoy día su sepultura se halla en la catedral de Guastalla, venerada su memoria entre los fieles: «Tenuto in grande estima non solo da tutto il popolo Guastallese, ma anche da finitimi e e ci Paesi par la vita sua essemplare» (Biblioteca Mal- otti). RUMBO A VALENCIA En septiembre de 1773 aparece agregado a la provincia de Valencia donde funcionaba el convento de retiro de Monóvar. Fray Miguel es terco como don Tiburcio de Re- dín; tiene la idea misional y saldrá con ella adelante. Existían otras casas de retiro en Toro y Sanlúcar de Barrameda. No las había en Navarra y se quedó en Monó- var, por ser aquélla la que mejor se adaptaba a sus im- pulsos e ilusiones. Estos factores pueden representar un ia