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Efectivamente, tuvo aquí gran florecimiento esta indus- tria, que se formó bajo el feudo de los señores de Saint- Pée. Se conserva el toponímico «Olha» (Ola). Conviene re- cordar las grafías de Saint-Pée; véase L. Dassance, «He- rrien eta herritarren izenak eskuaraz», que asigna a Saint-Pée sur Nivelle, los nombres de «Senpere» y «Senpertar», para entender el término «Sampere» del documento citado. Existieron también hornos, pertenecientes a particulares, en Olaso y otros puntos del territorio; los topónimos lo ates- tiguan: Ola-etxeberria, Ola-garay, Ola-bidea, Olandegia, etc... Todas estas forjas dejaron de funcionar en épocas ante- riores a la Revolución Francesa; pero, por falta de documen- tos conocidos, resulta imposible fijar las fechas. En 1898 subsistía sólo una ferrería, en la región de Olha, que se hallaba en un extremo de la casa de Perikoenea. Se cuenta que Juan Dithurbide (Gantxiki arotza = Jua- nito el ferrón), en 1857, cuando tenía 10 años, trabajando en los campos de sus padres en la recolección de alubias, patatas, etc. con un instrumento llamado «xistera o xixtroa», pensó que podría utilizarse algo semejante para el juego de la pelota y lo inició con un grupo de amigos en el frontón de su pueblo. Dicen que de aquí nació una modalidad de juego de pelota, la chistera. No obstante su afición al arte y al deporte, prefirió ser ferrón, y Gantxiki, el de la casa de Do- namattia, fue el último ferrón de una de las últimas ferre- rías del país. Al morir se cerró su ferrería, Pueden verse hoy sus ruinas, junto a la casa de Perikoenea. Ferrería de Xuhastia: Pudo ser la ferrería más importan- te de esta región de Saint-Pée. Instalada en un hermoso va- lle próximo a San Juan de Luz, comprendía horno y forja, es decir, era herrería mayor y menor. Esta ferrería, llamada de Xuhastia, se abandonó hace unos 70 años. Funcionaba todavía en 1844, según documen- tos del «Conseil Municipal» de Saint-Pée; cuando se agota- ron los yacimientos de Sara y Ainhoa, se importaba el mine- ral de las minas de Vera de Bidasoa (España). El mejor ya- cimiento francés de esta región fronteriza con España pare- ce fue el de Ustelleguy, cerca de San Martín de Arrossa, en el valle de Ossés; aún se explotaba en 1914, Ferrería de Sara: De las notas publicadas por José Mi- guel de Barandiarán concluimos la existencia de una ferre- ría en las cercanías de Sara; la cita también Lefebvre y lo atestiguan, primero, la toponimia: Olha, Oletxe, Olabidea..., y luego la presencia de abundantes escorias y minerales de hierro calcinados. Debió de estar en las inmediaciones de la casa infanzona Olha: «se ven hoy en la ribera del riachue- lo Haranné, cerca de la finca de Olha, vestigios de forjas, y en las inmediaciones, grandes cantidades de escorias» (Ve- del, «La Commune de Sare de 1847»). El mineral provenía también en su mayor parte, de Vizcaya. Aunque se han ex- plotado cerca de esta población algunas minas de hierro, parece que esto ocurrió después de la desaparición de las forjas. Finalmente, sin datos demasiado concretos, Haristoy nos habla de la ferrería de Espelette y la califica de muy anti- gua; por otra parte, Hull publica en «Archives Historiques de la Gironde», una nota sobre la concesión en marzo de 1434 al señor de Sanc y Urtubia, de un permiso para levan- tar una forja en las «parroquias» de Urrugne y Ascain.

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