BCCCAP00000000000000000001733

Garro y Javier, «en atención —añade el rey— a que el glorioso San Francisco de Xavier fue de vuestra Cassa». Hacía exactamente un siglo desde que Francisco aban- donara para siempre el castillo desfortificado de Javier. LIQUIDACION DEL SEÑORIO DE AZPILCUETA DESDE EL SIGLO XVI En el siglo XVI (1516), como hemos visto, sobrevino la destrucción del palacio solar de los Azpilcueta en el Baztán, para no levantar cabeza, a diferencia del castillo de Javier, que recientemente lo ha conseguido. En el siglo XVIl los condes de Javier, por falta de dinero, o lo que fuere, no lo repararon. En 1669 vendieron A mb Y el palacio de Arraztoa (Maya) a los Borda de Maya, los mismos que en 1511 lo vendieran en su mitad al Dr. Juan de Jasso (Archivo de M. Ubillos). En 1687 no fueron los condes de Javier los que levan- taron la «Hermita de San Francisco» en el barrio de Apayoa (Azpilcueta), sino un particular hacendado del mismo barrio, Juan de Labaqui, natural del caserío hoy subsistente «La- baquía», y vecino en 1687 de la ciudad y puerto de Santa María (Cádiz), a los 65 años de la canonización de San Francisco (1622), el que encargó la erección de la «Hermita de San Francisco Javier, por la devoción que tiene al glo- rioso apóstol de la India y Japón... y para consuelo y devoción de sus moradores en dicho lugar, como engen- drado en dicho lugar». Existía ya entonces la ingenua tradición de haber sido Francisco engendrado en Azpilcueta, aunque naciera des- pués en Javier. En el siglo XVIll sabemos por documentos publicados por el P. Escalada, que en 1735 el conde de Javier don — 27 —

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz