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la guerra civil de Baztán entre agramonteses y beamon- teses (1450-1462); su señorío de Javier (1463-1488); y por fin su alcaidía del castillo de Monreal junto con el señorío del palacio de Azpilcueta (1490-1502). SU PARTICIPACION EN LA GUERRA CIVIL EN EL BAZTAN Ni el analista de Navarra P. Moret ni Desdevisses du Dezert la desarrollan, ni el moderno historiador de «Don Juan de Navarra», Vicens Vives, la toca siquiera. Yo ofrez- co en este estudio el primer esquema trazado sobre la guerra civil en el Baztán. Reviste mucha importancia por la intervención personal de Mosén Pierres de Peralta |l, capitán general de don Juan, a cuyas órdenes milita en primer lugar Martín de Azpilcueta sin ser todavía señor del palacio. El valle de Baztán estaba dividido en agramonteses y beamonteses. Militaban entre los beamonteses los Lizarazu, parien- tes de los Ursúa, los Echeverz, los Echaide y el abad de Urdax, al que Juan de Beaumont llama «singular amigo». Los beamonteses de Baztán fueron auxiliados por gentes de Ultrapuertos dirigidos por el señor de Sant Per. Del lado de los agramonteses figuraban Martín de Az- pilcueta, los Zozaya y los Bergara, auxiliados por el Señor de Esain. La guerra civil en el Baztán tuvo dos centros impor- tantes, la fortaleza de Bergara, y, sobre todo, el castillo real de Maya. La guerra se extendió a todo lo largo del Bidasoa, con su zona media de Santesteban de Lerín y la inferior de io