BCCCAP00000000000000000001731

Es presumible que fuera traída desde el norte del Pirineo por los francos. El patrocinio de la Virgen del Puy y del apóstol San Andrés sobre ambas ciudades, es otra nueva coincidencia. Estella guarda la insigne reliquia del apóstol. La tradi- ción local refiere haberla traído un obispo de Patrás, pere- grino hacia Compostela. Falleció en su viaje de ida en Este- lla. Su cadáver fue enterrado en San Pedro de la Rúa, junto con la reliquia y algunos objetos de uso personal. Conquistada la región de Morea o Acaya, y su capital Patrás, por los champañeses de Guillermo de Champlitte, en 1205, año en que fue nombrado arzobispo de esta sede el monje cluniacense Anselmo, es de suponer que, duran- te los años de dominio francés de la población griega, los prelados fueran franceses. Ello explicaría que un arzobispo griego tuviera un báculo y otros objetos diseñados y rea- lizados en Limoges. El dominio francés siguió en Patrás hasta el año 1346, siendo el último arzobispo el italiano Pandulfto de Malatesta, muerto en 1441. En la catedral de Le Puy, además del coro de Nuestra Señora, reservado para los canónigos, existió otro bajo el patrocinio de San Andrés. El recuerdo del apóstol patrono se perpetúa en la capilla del brazo del crucero, decorada con los frescos murales románico-bizantinos antes mencionados, dedicada a San Andrés, conservándose un relieve en madera dorada y estofada representando el martirio del santo, Por la fiesta de San Andrés —nueva concomitancia— se celebran en Estella y Le Puy las famosas ferias. Artísticamente, ambas poblaciones coinciden en la in- fluencia oriental o morisca en sus monumentos. Si éstas son patentes en los arcos lobulados, en la combinación de colores en dovelas y sillares, en las cúpulas de la nave de la catedral y en otros detalles, la portada de la iglesia este- llesa de San Pedro de la Rúa, con su arco angrelado y la decoración de lazadas y motivos geométricos, como en Santiago de Puente la Reina y San Román de Cirauqui, evidencia la actividad de maestros meridionales habituados a formas artísticas árabes. En una de las ménsulas de esta portada se representa una sirena de doble cola, la mujer- pez simbolizadora de la lujuria, que también aparece en uno de los capiteles de la catedral de Le Puy. Puras coin- cidencias, seguramente, pero no deja de ser curioso que sean tantas. PRIMERAS BASILICAS DEL PUY DE ESTELLA La primera ermita a la Virgen del Puy fue edificada probablemente ya en los tiempos del rey Sancho Ramírez o de sus inmediatos sucesores, reyes de Aragón y de Na- varra, a fines del siglo XI o principios del XIl, ampliada o reformada por la cofradía de los Sesenta. Junto al santua- rio se construyó una casa donde se albergaran los monar- cas cuando venían a visitarla, y una hospedería para los devotos, aun cuando en la ciudad las había en gran nú- mero. Nada queda del pequeño santuario románico ni de los edificios contiguos. Hacia 1640 se construyó otro santuario para sustituir al anterior. Delante del templo se abría un patio, flanquea- SE

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz