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Nuestro vallecito punos arrancado de una égloga virgilia- na; las parcelas de tierra, con sus ángulos y curvas, se visten con todas las tonalidades, desde el verde de la in- cipiente primavera, al rosado, ocre, rosa y castaño. El hori- -.. lo cierran las sierras de Santiago de Lóquiz, Monteju- y las Améscoas; en Le Puy, los Cevennes. Belleza y pai- pr: Bes del Velay cantados por e Sand, Eliseo Reclús y tantos otros. Encanto de Estella, plasmado por Valle Inclán, Navarro Villoslada, Zuloaga, Sert y Gustavo de Maeztu. Las circunstancias geográficas han determinado la es- tructura urbana, con una parte más antigua en lo alto, y otra extendiéndose por el fondo del valle, En la altura o «puy» se alzan las basílicas marianas, respaldadas por la roca Corneille, pedestal de «Nuestra Señora de Francia», y por los farallones estelleses de piedra polícroma. que en otoño pasa del rojo púrpura al rosado ¿ violeta, sobre los que se asienta la cruz conmemorativa del año constan- tiniano de 1913, La devoción de la po cristiana al arcángel San Mi- guel, y la práctica de dedicar a su culto lugares cimeros de montes y peñas, para que desde allí proteja a los ca- minantes contra enfermedades y peligros de ladrones, está fundada en la Sagrada Escritura. En el libro de Daniel aparece el Principe de los ángeles defendiendo al pueblo hebreo, en el Apocalipsis lucha contra el dragón infernal. Por todo ello, San Miguel ha sido considerado defensor de las almas, sobre todo en el trance de la muerte. Ya en tiempo de San Francisco de Asís personificaba la lucha entre el Bien y el Mal, constituyendo el ideal de la an- dante caballería. Este clima devocional hizo que en las - dos ciudades se alzaran templos al arcángel sobre emi- nencias rocosas: el de l'Aiguilhe, consagrado por Godes- calco en el siglo X, y la iglesia de Estella, originalmente una ermita emplazada sobre el peñasco que las crónicas denominan «Rupis Sancti Michaelis», transformándose en el siglo Xil en templo románico, dotado de rica escultura en la portada norte, ampliado en el período gótico en que fue dotado de torres fortificadas. Muchos pobladores francos que vinieron a Navarra eran especialistas en artes manuales, singularmente en la industria del curtido de cueros y calzados. Ha sido ésta una de las actividades más típicas de los estelleses y de los habitantes de Le Puy. En ambas poblaciones crece una planta, el «Zumaque», empleada antiguamente para el cur- tido de pieles, y que no crece en otras partes de Navarra. ==e yPR y 18 a Y NT e