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Desarrollo del tema. La obra de arte debe tener comunicabilidad. Debe ser expresiva, sugerente; sobre todo sugerente. Tiene que abrir un campo posibilidades en la mente y en el espíritu a quien la contemple. El artista debe ser original. Las copias serviles son pobrísimas. Las esculturas en serie parecen salir de un sarcófago, aunque puedan tener un sentido afectivo para su poseedor. El arte busca el espíritu de la existencia, su esencia; una esencia que se comunique pronto con el espectador, que no necesite demasiadas explicaciones para su captación emotivamente instantánea. Amante del expresionismo, Oteiza admira el lenguaje fogoso de la materia inocente. Antonio teme el encargo de la obra, a no ser que se dé libertad completa al artista. El encargo tiende a repetir. El arte es una profesión del espíritu que puede llevar a la mística entre el ser humano, tan pequeño, y la inmensidad del Misterio de Dios. En el lenguaje cristiano, el arte sirve a la perfección para evangelizar la cultura. Pero el artista encuentra siempre oposición a su alrededor, por eso se requiere libertad de espíritu en la vocación artística. Podrá pasar el artista por la noche oscura de la incomprensión, de la soledad, pero éstos son pasos necesarios en la fragua purificadora que es la existencia misma.. El arte busca el espíritu de la existencia, su esencia misma, una esencia que comunique pronto con el espectador. Sin los poetas, por ejemplo, muchas de las realidades de la vida quedarían en la oscuridad porque nunca se hubieran captado por el resto de los mortales. El arte es búsqueda incierta a través de la intuición, la inteligencia, el atisbo. Existen personas que están cerradas a estos valores debido a su ignorancia cuando no a su soberbia. El espíritu de Antonio Oteiza tiene en su origen matices franciscanos: hermandad con la naturaleza, expresividad luminosa, optimismo, etc. Oteiza es una persona libre, independiente, inconformista, pero humana. Su inexpresividad gesticular la explosiona en su creatividad libre, en su arte expresionista, en su arquetipo curioso de vasco. 16 Nuevo Mundo Nº 204