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ESTADO DE LOS CONVENTOS DEARAGÓN TRAS LA FRANCESADA (1813) del Reino la información facilitada por el intendente de Aragón sobre el estado de los conventos aragoneses, y otra del 15 de noviembre del mismo año, enviando al Secretario interino del Despacho de Gracia y Justicia la información facilitada por el intendente de Aragón sobre el estado de los conventos de los partidos de Zaragoza, Tarazona, B01ja, Daroca y Teruel. Los documentos noveno y décimo, fechados en Zarago– za, el 20 de noviembre de 1813, son dos relaciones -la segunda completa la primera- del estado en que se hallan los edificios de los conventos de religiosos y religiosas en los partidos de Alcañiz y Albarracín. El undéci– mo es una carta fechada en Isla de León, 28 de noviembre de 1813, de Manuel López de Araujo dirigida al Secretario interino del Despacho de Gracia y Justicia enviándole las copias de las relaciones del Intendente de Aragón sobre el estado de los conventos de los partidos de Albarracín y Alcañiz. Y el duodécimo es una carta fechada en Palacio, el 27 de enero de 1814 sobre la no rehabilitación del agustino descalzo Mariano Gran. Por estas relaciones vemos que el estado de la mayoría de los edi– ficios de religiosos era deplorable e inhabitable. De algunos quedaban sólo algunas paredes, sólo la iglesia o el recuerdo de su ubicación. Así, en la ciudad de Zaragoza estaban en ruinas, los conventos de agustinos calzados y su colegio, y el de agustinos descalzos, los de San Francisco y el colegio de San Diego, habían sido convertidos en plaza y paseo respectivamente, y los que podían ser rehabilitados sin demasiados dis– pendios eran: el convento-colegio de San Pedro Nolasco y los de domi– nicos de Santo Domingo y su colegio de San Ildefonso, el de mínimos de la Victoria y el de los Trinitarios. Y los conventos de religiosas que subsistían, por no haber sido suprimidos. Los 14 conventos de varones de la ciudad de Calatayud y sus cerca– nías estaban todos destruidos, menos tres, a saber el de franciscanos de Ariza, el de capuchinos de Ateca y el monasterio de cistercienses de Pie– dra. En el partido de Zaragoza, sólo estaban habitables el de mínimos de Fuentes de Ebro y el de cistercienses de Veruela. En el partido de Borja no había ningún convento habitable. En el partido de Daroca estaban en buen estado los dos conventos de franciscanos de la ciudad. En el parti– do de Teruel eran habitables los de franciscanos y de carmelitas de Ru– bielos, el de franciscanos de Manzanera y el de mercedarios de Sarrión. En el partido de Alcañiz los conventos habían sufrido poco, puesto que la mayor parte de ellos eran habitables con pocos dispendios, tales los de dominicos de Alcañiz con el de escolapios, siempre habitado, los de dominicos, agustinos calzados y capuchinos de Caspe, los de 127

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