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ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL Ebro se toman las noticias oportunas y en la orilla izquierda se re– caudan por los encargados del Sr. Don Francisco Espoz y Mina. 4 Zaragoza, 13 de setiembre de 1813. Andrés Lecha. Es copia. 3 Carta de la Intendencia deAragón al S1: Manuel Robleda, secretario del Despacho de Hacienda, sobre el restablecimiento de los conventos de Aragón, a tenor del decreto de las Cortes del 26 de agosto de 1813. Zaragoza, 2 de octubre de 1813. AHN, Consejos, Leg. 12027. Copia. Intendencia de Aragón. Conventos. En el momento que recibí la resolución de la Regencia, acompañada de la instrucción y los ejemplares de los decretos del 18 de febrero y el 26 de agosto de este año, que se me comunicó por el Ministerio del car– go de V. E., con fecha de 6 setiembre último, relativo a la execución del dicho decreto de las Cortes de 26 de agosto sobre que se entreguen a los prelados regulares algunas casas que hayan quedado habitables en po– blación, ínterin se acuerda lo conveniente en el asunto, dispuse que por la Administración General de Rentas se me pasasen relaciones fieles y específicas del actual estado de los respectivos conventos existentes de esta Provincia, por lo que toca a sus circunstancias de ruina, deterioro o habilitación proporcionada al caso de habitarse, y con efecto he adqui– rido por este medio los dos adjuntos estados comprensivos de los con- 4. Se trata de D. Francisco Espoz llundain, conocido como Francisco Espoz y Mina (ldocin, Navarra, 17 de junio de 1781 ). La Junta de Regencia le otorgó múltiples conde– coraciones, nombrándole sucesivamente coronel, general, mariscal de campo y jefe de su brigada (1812). Finalizada la guerra en 1814 con la retirada del ejército francés a Rusia, con la vuelta de Femando VII, se opuso a la disolución de la guerrilla, colocándose de par– te de la causa liberal (que mantendría hasta su muerte). En octubre de 1835, el gobierno de Mendizábal le nombró capitán general de Cataluña (1835-1836), donde obtuvo algunos éxitos contra los rebrotes carlistas, presentó su dimisión el 1 de abril de 1836 y murió en Barcelona el 14 de diciembre de 1836. Está enterrado en un mausoleo del claustro de la catedral de Pamplona. Su viuda Juana María de la Vega, para mantener vivo el recuerdo de su marido, publicó: Memorias del General Don Francisco Espoz y Mina. 134

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