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EL MONESTIR DE L;ASSUMPCIÓ I LA COMUNITAT DE CAPUTXINES DE MATARÓ Señor, dispuso que el miércoles último una comision de su seno pasara a tranquilizar el animo de aquellas religiosas, haciéndolas entender que la Junt a haría que se respetaran tanto sus personas é intereses, como los suyos propios, y que por lo mismo despreciaran toda idea de temor y se entregaran al sosiego mas completo; manifestandolas de paso que sí querían volver al mundo, podían muy bien hacerlo. pues quizas en él hallarían felicidades que desconocen, cuyo paso fué tan reconocido y apreciada, y a por el noble y loable fin que llevaba, y a por la blandura y delicadez a con que se practicó, que, hasta pudo arrancar lagrimas de gozo; y confortó tanto a las religiosas que, en agradecimiento, hicieron reiteradas promesas de allegarse en su retiro al Altísimo, par a que en toda tribulación ó contratiempo, deparara a los Sres. de la Junt a sus misericordias, como tambien à toda la Nación Española la bienandanza y paz mas cumplidas. J.R.C. 100 Mesos més tard d'aquests fets, ja al 1869, en plena revolució, la premsa local ironitzava sobre el fet que al monestir de caputxines de Mataró s'hagueren d'allotjar 27 monges procedents de la casa conven– tual barcelonina que havia estat clausurat. I; article deia el següent: Nos hacian falta. El !unes de la finida semana llegaran procedentes de Barcelona 27 monjas capuchinas destinadas al convento de la propia órden que existe en esta Ciudad. Este traslado es a consecuencia de la orden del Gobiemo Provisional sobre supresión de conventos. Pero Sr. Gobernador de mi alma; advierta VS. que aquí tenemos media doceni– ta de conventos; reparta VS. con equidad, de lo contrario, nos vamos a quedar con todas las monjitas de la Província. 101 Encara, poc abans d'acabar el segle, el 1880, pujava el to anticlerical a la premsa local mataronina. ...Ya no son solo los niños de 12 años los que recluían, arrancan– dolos al amor paterna, y a la industria nacional para convertirlos en vagos; sino que ademas de esto, recluían a las mugeres, a las madres de família habiendo ya formada dos comunidades de monjas caseras, una de capuchinas y otra de franciscanas, a quienes distraen del cuidada de sus familias para convertirlas en auxiliares, de sus maquiavélicos l 00. Crónica Mataronesa (1866-1869), 1/11/1868. l Ol. Crónica Mataronesa (1866-1869), 14/2/1869. 211

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