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EL CONVENTO FRANCISCANO DE SANTA MARÍA DE LA PAZ DEL SOTO (VILLANUEVA DE CAMPEÁN) 349 de la orden madre, miraban a sus santos como propios, vestían incluso a veces en sus reuniones escapularios o hábitos acomodados". 6 En un clima social de guerras, la piedad fue tomando un aspecto áspe– ro. Se estimulaba al sacrificio y a la pobreza. Se veía como necesaria una ascesis dura. La santidad en el siglo xv consistía en ayunos, fuertes prácti– cas de piedad y en las limosnas. La gente se acercaba poco a los sacramen– tos. Practicaban con más asiduidad las indulgencias que comportaban una amplia serie de prácticas penitenciales así como de largas oraciones. La co– munión mensual se consideraba como comunión frecuente. 4. LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR Desde el nacimiento de la orden franciscana en el siglo XIII, allá por dónde iban los hermanos franciscanos predicando, surgían pequeñas co– munidades de seglares que intentaban vivir según la forma evangélica de san Francisco. Burgueses, nobles, agricultores, comerciantes, reyes, sacer– dotes de las diócesis, profesarán la regla de la tercera orden. Fueron ter– ciarios franciscanos el agricultor y beato Luchese de Poggibonsi (+ antes de 1251), los reyes Luis IX de Francis, Fernando III el santo ( + 1252), san– ta Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal. Fueron terciarios también los famosos santos Margarita de Cortona y Roque de Montpellier, este úl– timo tan venerado en la Edad Media como protector contra epidemias y pestes. Millones de franciscanos han profesado dentro de la tercera orden; como suele ocurrir son los grandes personajes y no las gentes humildes los que han llegado a nuestro conocimiento. San Francisco de Asís promovió la orden de la penitencia para los se– glares. La primera mención especial de los hermanos de la penitencia co– mo corporación se halla en la bula del papa Honorio III al obispo de Rí– mini, dada el 16 de diciembre de 1221, encargándole que los proteja contra las autoridades civiles que pretendían forzarles a tomar las armas bajo ju– ramento en defensa del común. Por otras bulas dirigidas a todos los obis– pos de Italia de 1225 a 1234 podemos comprobar la gran difusión alcanza– da por este movimiento penitencial en tan pocos años. De 1221 data la primera redacción del "Memoria/e propositi!, que ha venido siendo considerado como la primera regla de la orden de la peni– tencia de inspiración franciscana. Contiene el texto normas precisas sobre la sencillez y austeridad en la manera de vestir. Pretenden hacerse tercia– rios tanto seglares como sacerdotes, cada uno viviendo en sus tareas coti- 6. Ignacio Iparraguirre, "Nuevas formas de vivir el ideal religioso (siglos xv y xv1) " en Historia de la Espiritualidad, vol. 11, Barcelona 1969, 152.
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