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EL CONVENTO FRANCJSC.A,NO DE SANTA MARÍA DE LA PAZ DEL SOTO (VILLANUEVA DE CAMPEÁN) 355 había movimientos más o menos heréticos (ya hablaremos de las beguínas y begardos) entre los cuales no deseaban contarse. La bula "Licet ínter ceÚra" (1428), del 9 de diciembre de 1428 será una prueba de fuego ·para los terciarios regulares que aspiraban a que se re– conocieran sus derechos y libertades tanto en España como fuera de ella. "A petición del general de los frailes menores, fray Antonio de Masa Ma– rítima, sometió toda la tercera orden, secular y regular al general de los menores". 16 La bula pretendía dar un frenazo en el proceso de las congre– gaciones de la tercera orden y someterlas al control de los menores fran– ciscanos de la primera orden. Para ellos la vida regular de los terciarios iba tomando vuelos alarmantes. Los privilegios papales eran algunas de ellas (tengamos en cuenta que las intervenciones apostólicas de los papas de Aviñón tenían validez jurídica reconocida, por ejemplo, las de Benedicto XIII. El núcleo de la condena estaba en que se les veía a los terciarios como a consagrados desobedientes. La bula "Licet ínter cerera" cuida de derogar todos los privilegios anteriores. "En el exordio se elogia la obediencia como un elemento esencial para la verdadera religión. Sin la obediencia, la vida religiosa es vana, es una religión ficticia y absurda la que consiste en llevar un hábito y presentarse externamente como religioso, pero cuya vida es co– mo la de un lobo rapaz que rehúsa vivir en al disciplina regular". 17 La autonomía de estas congregaciones de terciarios regulares se pre– senta como un acto de desobediencia a la autoridad debida, es decir, a la de los frailes menores de la primera orden. En estos momentos, los frailes menores quedaban constituidos en visi– tadores universales de los terciarios con potestad para corregir y castigar, oír las confesiones y administrar los sacramentos. "Resumiendo, las acusaciones para arrancar de la curia romana la su– misión total de la tercera orden a los menores son las siguientes: l. Hay personas que llevan hábito gris semejante a los menores. 2. Se llaman de la tercera regla de penitencia de san Francisco. 3. Los hay que viven en común y tienen unas ciertas normas de vida. 4. Viven casi libremente, sin sujeción ni obediencia, queriendo llevar una vida religiosa rehusando toda sumisión a la orden de los menores (te– nían superiores propios). 5. Todo esto crea confusión y lleva a la gente sencilla a la herejía". 18 16. Salvador Cabot Rosselló, "Libertades y servidumbres de la tercera orden regular de san Francisco" en Analecta TOR, 163 (1999) 166. 17. Salvador Cabot Rosselló, "Libertades y servidumbres de la tercera orden regular de san Francisco", en Analecta TOR , 166 (1999) 167. 18. Salvador Cabot Rosselló, "Libertades y servidumbres de la tercera orden regular de san Francisco" en Analecta TOR, 166 (1999) 167-168.

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