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354 JESÚS-LUCAS RODRÍGUEZ GARCÍA de sus actividades fundamentales, además de las de llevar vida religiosa en común, servir al culto del oratorio y predicar por los alrededores, fue la de hospedería conventual para los peregrinos de la Vía de la Plata. Escribe el P. Lázaro Iriarte que los seglares franciscanos iniciaron su vida en comuni– dad debido a "la atracción a la vida cenobítica y la necesidad de liberarse y organizarse para atender a·las obras del grupo, en especial a los hospita– les" . 12 No es fácil saber en qué año la tercera orden regular de san Francisco se establece en España. Tarsicio de Azcona la sitúa en torno al año 1312. 13 Ya hemos señalado que la tercera orden regular franciscana surgió del movimiento penitencial de los seglares franciscanos. La fundación de conventos de la tercera orden regular de san Fra.ncis– co en España, de forma más oficial, aparece bajo el pontificado de Bene– dicto XIII. 14 La de Santa María del Soto es de 1403. Ya hemos señalado que con anterioridad hubo aquí una institución religiosa de tipo eremítico y penitencial. Antes de la aparición de la tercera orden regular como fundación de un convento, preexistían fraternidades de penitentes seculares, recogidos en comunidad para el retiro y el servicio caritativo. En Galicia y León eran numerosas, lo mismo que en Extremadura,Andalucía y Levante. 15 Estas comunidades de Castilla y León de terciarios regulares francisca– nos (llamados muchas veces "terceros") tomaron la iniciativa de dirigirse a la curia romana para expresarle su problema institucional: Poseían casas y lugares para vivir en común. Habían confeccionado unas ordenaciones pa– ra mejor orientar su vida. Entre ellos había muchos clérigos y sacerdotes doctos. Notaban que les hacía falta la firma de la Iglesia. En aquel tiempo 12. Lázaro lriarte, ibidem , 541-542. 13. Cf. Tarsicio de Azcona, "La tercera orden regular de san Francisco en España" en CONFER, 77(1982) 158. 14. Este papa de Aviñón será el llamado Papa Luna, que gobierna parte de la Iglesia du– rante el doloroso cisma que hubo en el tiempo. En el pontificado de Martín V (1417-1431) se impondrá un cierto orden eclesial. El Concilio de Constanza (1414-1418) puso fin a la amarga escisión en la Iglesia. Terminaba así el llamado "cisma de Aviñón ". Bajo el gobierno de Mar– tín V se restablece la unidad. La tercera orden regular de san Francisco de Castilla, que había gozado de los favores del papa de Aviñón. Benedicto XIII, se resintió de los cambios en la Iglesia universal. Este papa le había concedido más de 30 bulas. Bajo su amparo se habían afianzado la confederación de las casas (la de Santa María del Soto, claro, también) y se habían fundado algunas nuevas. To– das las aprobaciones, concesiones y privilegios otorgados por antipapas fueron reconocidos oficialmente como válidos en la Iglesia. Por tanto, fue del mismo modo válida, a nivel eclesial, la fundación del convento de Santa María de la Paz del Soto. 15. Para ver las fechas de otras fundaciones de los terciarios regulares franciscanos remi– timos a Tarsicio de Azcona, "La tercera orden regular de san Francisco en España" en CON– FER 77 (1982) 162.

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