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276 JESÚS-LUCAS ROORÍGUr:.z GARCÍA que ellos sepan o sospechen, y que asimismo declaren lo que cada uno de ellos tenían en particular. Los frailes respondieron que del padre ministro, fray Francisco Feo, no sabían sino que se había llevado una yegua, en la que iba a Zamora. En cuanto a ellos dijeron que en Corrales les deben veinticinco reales poco más o menos de unas misas de una capilla, y el vicario o presidente dijo que tenía seis maravedís y que se le debía real y medio. Fray Francisco de Valderrama dijo que tenía seis cuartos y medio, sin uno que él debía al convento. Fray Antonio de Ledesma dijo que tenía nueve maravedís y que no tenía más que declarar. En el documento final de la visita se afirma: «ltem que porque se entendía que fray Francisco Feo, ministro que era de aquella casa, había llevado algunas cosas, las cuales se sospechaba debían estar en algunos lugares de la comarca» 38 . En cuanto a las fundaciones de Misas u otras dotaciones, «los frailes reducidos dicen que se decían ordinariamente desde que ellos están allí, que no es mucho tiempo, una Misa cantada el sábado y otra el lunes y una rezada de Pasión el viernes, que no saben si es dotación, aunque piensan que sí». Luego, el juez y canónigo Alonso Acero, mandó a los frailes que quedaban en este convento: fay Pedro de Morales y fray Francisco de Valderrama que prestaran obediencia a fray Jorge de Sauceda. El hermano lego, fray Antonio de Ledesma huyó y no lo pudieron encontrar a pesar de haberlo buscado. Pero esa obediencia no sale de sus bocas. Por segunda vez el juez les manda que dieran la obediencia «según la forma que les está mandado», a Jo que los frailes no contestaron. Por tercera vez, el juez les manda que den la obediencia como se les ha mandado, con apercibimiento que si no lo hacían serían entregados en manos de la justicia secular. Fray Pedro de Morales dijo que daba la obediencia al obispo de Zamora pero no a la orden franciscana de la observancia, cuya regla no podía observar, mientras que fray Francisco de Valderrama dio la obediencia a fray Jorge de Sauceda y al provincial observante fray Antonio Gutiérrez. Debido a que fray Pedro de Morales se niega a dar la obediencia, eJ juez Acero, manda a Miguel de Boñar, alcalde ejecutor de la ciudad de Zamora, que aparece ahora por primera vez en la visita, que lo lleve preso a la torre episcopal; y así lo hace. El fraile observante, fray Jorge de Sauceda, llevado de la mano por el canónigo Alonso Acero, tomó posesión de la iglesia, del convento y de todos sus bienes y entregó éstos a Pero Montero, vecino de Villanueva de 36 Archivo Diocesano de Zamora, legajo 332, doc. 8 (en una hoja suelta). '

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