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260 JESÚS·Ll.:CAS RODRÍGUEZ GARCÍA Aquella tercera orden regular de san Francisco, presente en España desde el siglo XIII en las regiones de Andalucía, Castilla la Vieja, León, Galicia y Cataluña, desaparece de España tras la exclaustración de Mendizábal desde 1835-1836, hasta 1878, año en que fue restaurada en Llucmajor, un pueblo de Mallorca (Baleares), gracias a fray Antonio Ripol Salvá. De ahí se hj ido extendiendo paulatinamente por al Península Ibérica, Estados Unidos, México, Brasil, Perú. Su ideal de vida franciscano sigue impulsando en nuestro tiempo, como en los tiempos pasados, a muchos hombres y mujeres que anhelan la perfección evangélica, tomando como modelo a san Francisco de Asís. La penitencia y abnegación cristiana sigue siendo parte fundamental de su carisma a pesar del cambio de los tiempos. 6. Fundación y primeros años del convento de Santa María de la Paz del Soto. Antes de que el convento de Santa María del Soto fuera tal, tuvo muchos años de otra historia más escondida. Su origen cuenta con una iglesia antiquísima. con un eremitorio inmerso en un profundo y espeso soto regado por los borbotones de un excelente manantial de aguas de gran calidad. También cuenta con una comunidad de franciscanos seglares aportando algún elemento de hospitalidad, de enfermería, a los peregrinos y demás necesitados que pasaran por la calzada romana de la Vía de la Plata. En Villanueva de Campeán existe aún ese nombre de calzada para designar a la calzada que pasa por ahí desde hace tantos siglos. Tiene el nombre de «La Calzada» un carruno, que atraviesa el término del pueblo y una calle que también cruza de sur a norte Villanueva. El eminente historiador capuchino, hace poco tiempo fallecido, Isidoro de Yillapadiema, nos ilumina para remontarnos a la Edad Media con estas palabras: «La aparición de fraternidades terciarias masculinas de vida común en conventos y ererrutorios coincide en el reino de Castilla, con la aparición y desarrollo, desde 1390, del movimiento observante: La observancia propiamente dicha y los grupos autónomos de fray Gonzalo Mariño y de fray Pedro de Villacreces, entre otros. Sin conexión directa con este movirruento, pero como efecto del clima de renovación y reforma reinantes en España, En este mismo anículo se nos dan unos datos de los religiosos de todas las órdenes exclaustrados en 1837: El total era de 23.935. En Zamora fueron exclaustrados 290 religiosos (217 religiosos sacerdotes y 73 no clérigos).

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