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429 IN MEMORIAM. BÍO-BIBLIOGRAFÍA DE TARSICIO DE AZCONA A péndice T arsicio de A zcona : una florecilla capuchina Víctor Manuel Arbeloa 3 Meses antes de morir, fray Tarsicio de Azcona (Jesús Morrás Santamaría) nos hizo el regalo de una breve autobiografía, bien titulada De campesino a historiador: Apuntes biográficos , un librito que adjetivé en su día como primo- roso, instructivo y recopilador. Escrito en prosa franciscana, sencilla, alegre y ferviente; siempre modesta, elegante, compasiva a veces, humanista siempre. Desde su nacimiento en casa Santamaría, en el concejo de Azcona, Valle de Yerri (1923), que un día recorrí, peregrino, para ofrecerle mi crónica como un pequeño regalo en la presentación de su libro sobre su pueblo, hasta la fecha de su muerte (2022) en el convento capuchino de extramuros de Pam- plona. Un siglo entero de su propia vida y de la de los suyos, de la orden capuchina, de la Iglesia universal y de la Iglesia en Navarra, con todo lo que eso significa, contado por la mano maestra de un historiador ilustre e ilus- trado, que escribía muy bien. Cuando preparábamos la fundación de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, a mediados de los ochenta, le conocí de cerca y le conocí entu- siasta, y desde entonces así fue nuestra amistad, entusiasta y cercana. Y así nuestros coloquios sobre Dios y la Iglesia; sobre Europa, España y Navarra; sobre los acontecimientos del tiempo; sobre sus libros, los míos y los de otros; sobre todo. Solíamos salir de vez en cuando a almorzar fuera de Pamplona con nues- tro amigo Julio Gorricho, historiador, y deán a ratos. Era una fiesta. Fiesta grande fue la de la entrega del premio Príncipe de Viana de la Cultura en Leire, antes de que arreciaran vientos de incultura. Ya en los últimos años, con su movilidad en horas menguantes, solía invitarnos al convento de ex- tramuros, donde comíamos con toda la comunidad, los frailes vestidos de calle: a Julio, como es muy clásico, le gustaban más vestidos de capuchinos. Después, las comidas devinieron en cafés. Y, los últimos meses, entre la pandemia, que nos tenía cautivos a todos, y su creciente fragilidad, nos que- daron los correos electrónicos como pasarela de amistad y de comunicación. Ay, los correos de Tarsicio, cómo los añoro… Él fue siempre amable, qué digo, exquisito conmigo. No tuve lector de mi cuaderno de bitácora o de mis 3. Víctor Manuel Arbeloa Muru (n. Mañeru, Navarra, 1936) es sacerdote de la diócesis de Pamplona, historiador, poeta y escritor. Escribió esta página entrañable sobre Tarsicio de Azcona para la revista Pregón (Sociedad Cultural Navarra desde 1943), que será publicada en el primer número (nº 66) del año 2023. Porque es de difícil acceso para nuestros lectores, la publicamos aquí como apéndice con la plena aquiescencia del autor. Quiere ser un testimonio del aprecio en que el P. Tarsicio era tenido por muchos sacerdotes de la diócesis y por otros colegas historiadores.