BCCCAP00000000000000000001711

LAS OBRAS IMPRESAS DEL vamos a imaginarnos al nus1onero capuchino recitando estas décimas ante el público, como final de sus sermones; lo que aquí se quiere indicar es que ellas recogen los pensamientos y los ~fectos que fray Diego solía expresar al final de su ardorosa predicación, mientras enarbolaba en sus manos el santo Crucifijo y le dirigía aquellos ternísimos actos de contrición, de los que nos hablan todos sus biógrafos contem– poráneos. Este conjunto de circunstancias crea, naturalmente, en cualquier ammo crítico una duda muy justificada respecto de la paternidad de esta obrita. Por eso la vamos a es– tudiar con alguna detención. r. Que fray Diego manejaba -y en compar21c1on con el mal gusto de su época, diremos que discretameii.te - la lira castellana, es cosa bien sabida de todos. Su afición a las formas poéticas del pensamiento, que le llevó en su juventud a malgastar -según él- no pocas horas en estudiar y practicar la poesía castellana, vivió en él hasta la muerte; y son prueba de ello las diversas obritas en verso que en este Catálogo van registradas y los Goios que escribió para casi todas las novenas o devocionarios que compuso. Una más entre aquellas composiciones poéticas bien pudieron ser .:stos Afectos, escritos quizá en los primeros años de su fervoroso arrepentimiento, cuando, estudiante aun de Teología, se dió nueva y definitivamente a Dio, y comenzó su gigantesca carre.ra hacia la santidád, tan maraviUosamente coronada por el éxito, Por lo menos en espíritu, los Afectos de un pecador arrepentid:! le pertenecen. Y en la letra también, según creemos. 2. Hasta una docena larga de ediciones, hemos logrado registrar (núms. r, 14, roo, 139, 165, 167, 170, 225-229, 249), Por su contenido o extensión, hay que distribuir!af en dos grupos. Forman el primero todas las que se hicieron en vida del Beato (núms. r, 14, 225-229) y algunas posteriores a su muerte (núms. 139, 170, 249), las cuales com– prenden exclusivamente las cuarenta y tantas décimas, con las que un alma arrepentiaa– duélese d·e sus pecados, hablando con Jesucristo en continuado monólogo,. Forman el segundo grup~ s6lo tres ediciones (núms. roo, 165, 167), las tres, post~riores a la muerte de .fray Diego. Comprenden éstas dos libritos que guardan cierta correlación entre sí. En el prim~ro se· incluye el texto íntegro contenido en las ediciones del primer grupo, o sea, las cuarenta y tantas décirras ya citadas; en el segundo librito, como si fuera la segunda parte de .los Afectos, aparece la Amorosa respuesta con que Jesuchristo consuela al pecador contrito y arrepentido (así en el núm. roo), o también Afectos de ambr de Jesucristo al pecador (rtúms. 165 y 167). Son treinta y dos dé– cimas, en las que se expresan. los afectos de amor de Jesús al pecador arrepentido, en contraposició'n amorosa a ·los del pecador arrepex:tido hacia Jesús. Náda podemos decir en favor o en contra de la autenticidad de esta segunda parte, aparecida por primera vez en la edición de Pálm~- de Mallorca, del año 18II. En estas notas nos referimos sólo a la primera parte de los Afectos, o sea, al contenido total efe las ediciones del primer grupo. Y nuestra opinión es que debemos decidirnos en favor de la autenticidad, aunque quizá no· de manera definitiva e irrevocable. [Después de numeradas todas nuestras fichas y co~puestas ya las galeradas en la imprenta, en el momento de proceder a la paginación de este Catálogo hemos en, contrado otras dos ediciones de los Afectos, ambas impresas en Málaga; una en el ·año 1852 y la otra en 1894. Van incluídas, respectivamente, en los números r 59 a y 4-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz