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INTRODUCCIÓN ------------ prenta (DP 530), se comprenderá fácilmente qué serie de dÍficultades huoo d~ vencer su voluntad tenacísima, «sólo por Dios y con Dios», para escribir la cantidad de obras qué recogemos en esta Re;eña bibliográfica. Cuán verdadera es la frase que escribe al padre Eusebio en una carta: «No le– VaDto cabeza de día y noche con la pluma en la mano; sin otro descanso que mientras se come, duerme o reza el Oficio divino>> (CES 187). Y, a pesar de todo, aún tiene humor para escribir festivamente al mismo, padre, diciéndole que s,e venga a Ronda «a respirar un poco y ·a que vea el la– berinto de papeles y librotes en que estoy, sumergido>> (CES 188). Todas estas consideraciones deben ser tenidas en cuenta cuando se quiere juzgar la obra literaria ,del beato Diego. En nuestro Catálogo hemos anotado algunas veces cómo él se queja ~e no poder limar su estilo, por falta de tiempo y por las dificultades para escribir que acabamos de indicar'. A pesar .de todo; el estilo de sus obras es generalmente correcto, y su lenguaje su,¡ma mucho mejor que el• de la mayoría de sus contemporáneos. Tiene razón so, brada el padre UBRIQUE en los párrafos que dedica a este tema en la Vida del beato Diego, tomo II, páginas 25 y siguientes. Y no es exagerado apli– car al apóstol capuchino las palabras que acerca del beato padre Avila, a . quien tanto se parecía fray Diego, escribía Az:orín: «No huye Avila de emplear palabi:a.s familiares, hasta callejeras, · hasta plebeyas;! pero al usar esas palabras, en el ambiente ardoroso que el orador crea, esas palabras que– dan ennoblecidas; lo que parecería chabacano en otros oradores, aquí no nos repele» (A B C, edición de Andalucía, 20 de agosto, de 1946). 8.-Nuestra ~<Reseña bibliográfica» Origen de nuestra obra,__l.f'ª génesis de la presente obra ha sido un tanto complicada y larga. A fines de 1943, el Instituto Nacional del Libro Español (INLE) lanzó la idea de celebrar una Exposición bibliográfica circu, lante con las obras del beato Diego José de Cádiz, que había de recorrer España ,de Norte a Sur, deteniéndose en las principales ciudades que fue– ron testigos de su apostolado. Para ello pidió oficialmente a todas las bibliotecas públicas una nota de las obras de fray Di'ego que ~Onservaban. Las fichas recibidas y las que en el INLE se pudieron recoger de ·algunas biografías del Beato y de la biblioteca particular de don Miguel Herrero, Jefe de la .. Sección de O~dena– ción Bibliográfica del INLE, constituyeron la primera base para preparar la , proyecti.da Exposición. Pero había que buscar los ejeriiplares, porque los que XLI

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