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INTRODUCCIÓN Su formación teológica es solidísima; su pqsición ante las nuevas doctrinas de la «Ilustración» es la de rechazarlas de plano 'y con ardor, por haber visto desde el primer momento las herejías que ocultamente ehcie~an, la: impiedad y el racionalismo que contienen, la negación del orden sobrena... tural y religioso que difunden, y la destrucción del orden social que pre– paran. En esta línea de conducta no cejará hasta su muerte, aunque se vea procesado ante la Inquisición -vendida ya al poder civil-, precisamente· por defender en sus obras la autoridad pontificia contra la~ intromisiones def regalismo. · Y estas afirmaciones no son meras suposiciones nuestras. Es el propio fray Diego quien, unos meses antes de su muerte, al escribir al Inquisidor General manifestándole la profunda congoja que la ha causado saber que: sus obras han sido delatadas a la Inquisición, se expresa de -esta suerte re-– firiéndose a sí mismo: «Esta consideración o, p9r mejor decir, conocimiento atormenta con dolor irremediable sus entrañas. Porque es innegable la com– placencia que causará en los incréd~los, filósofos y libertinos, y la 1 satifac– ción que será para ellos el ver no sólo censurados, mas también en algún modo anatematizados, los escritos de aquel cuyas voces y misiones han sido, casi en la mayor parte, dirigidas contra sus crasos errores y perniciosas doc– trinas. ¿Qué no harán? ¿Qué no dirán y que no escribirán, simulando tal vez piedad, por conseguir que sea numerada con horror la predicación deI que tanto se ha afanado por darlos a conocer para que huyan [original : huigan] todos de su trato? ¿Adónde llegará el clamoroso grito y la extraor– dinaria complacencia de estos hombres cuando vean justamente tildadas por el Santo Oficio las proposiciones de aquel que, habiendo hecho formal y pú– blica delacióri de algunas de las que ellos han enseñado, no han sido éstas; 'reprobadas ni notadas en los edictos que d1:spués se han promulgado y sí lo son las del exponente?' ¿ Cómo podrá éste no afligirse con una reflexión tan obvia que, exagerada demasiado por aquéllos, es de ,temer que no omitan su relación en las Gacetas extranjeras, como no las omitieron en aquel caso,. que por este medio se hizo notorio en toda Europa, con· no pequeño nes– crédito de su persona?), (Documento inédito, conservado en el ARCHIVO Hrs... TÓRICO NACIONAL, sección de Inquisición, leg. 4.449, núm. r.) En este proceso fray Diego defiende,' como verdadero teóiogo, la doc– trina por él divulgada en sus sermones, por no ser ~ino la Ínisma que des.:. pués, de una manera o de otra, declarará oficial y solemnemente .la Igle~ia. b) Para ver la posición de fray Diego ante la situación política de Es– paña_ en los últimos lustros del siglo XVIII, deberíamos entresacar largos párrafos de sus sermohes o transcribir Íntegros varios opúsculos suyos, lo XXIV