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J3i:o. DIEGO JOSÉ DE -CÁDIZ / 1817 serenamente su valor y a maD.ifestar nuestro modesto parecer, que será en favor de la sola autenticidad sustancial .:le esta• obrita. A) En favor de la autenticidad integral, el padre Arda.les (art. cit., p. 33), 8duce estos dos argumentos : 1) La Nota del editor que ;-e lee eri el impreso, al folio -vueltb de' fa por~ada: «La - escases de escritos sobre este n_uevo título de Pastora en la ~antísima Vírgen Mdría, y el deseo de algunos d_evotos df' la Señora, y afectos al venerable Padt,e Cádiz que t,.nto predicó en su ·alabanza, y trabaj9 en su culto h_asta ,conseguir su res20, concedido á su Religion en las Provincias de España; _han decidido ,al Editor _á pul;>licar este Discurso,· único q4_e se halló ~ntre sus escritos, sin añadirle ni 4na, le_tra de como ~e lee en el original». · Y en el. mismo lugar, como para confirmarnos más en la_ escrupulosidad de su tra, ha.jo , e!' ·editor nos advierte en una segunda nota': «Se omiten las_ citas y el punto doctrinal, porque no s~ hallan_ eri dicha oracion, á efecto de que su venerable Autpr la dexó en sqlo bórrador, impidiendo su muerte le dies¡: á este y otros es,critos toda la extension y perfecci~n que prometen». 2) En el proceso de beatificación de fray Diego, en la_ parte tit1_1lada Summarium super cfubio an sit signanda Commissio Introductionis Causae (Romae, 1862), p. 157, el testigo núm. 29 (que es el padre Joaquín de Cazalla, ex vicario provincial de los Ca, puchinos} declara que fray Diego «aprovechaba para ,sus escritos -ha~ta los trozos de· papel inútil; y que el testigo copió, para mandarlo_ a imprimir, un sermón del siervo dt. Dios, predicado en la ciudad de Ecija -a la Divina Pastora, el cual tenía una parte escrita en pedacitos de p~pel, de modo que le costó bastante trabajo ponerlos en orden». El padre Ardales atribuye esta declaración del proceso al padre Josl Leonisa de _Castro; pero el testigo en cuestión fué el padre Joaquín de Cazalla, vicario provincial y definidor que fué de Andabcía, como puede verse en el h1gar de donde nosotrqs tomamos la dtáda declaración c!el proceso. El texto de la declaración está en' italiano. L , traducción es mi~~trá. De estos dos testimonios -las notas_ del editor y la dedaración consignada en el proceso de beatificación-, concluye el padre Ardales: «No puede, pues, abrigarse la menor duda_ de la paternidad de ese discurso,_ que' t_odo íntegro pertenece al beat?' Diego» -(art. cit., p. 33). B) En contra de la 'autenticidad, el padre Valencina sólo trae la siguiente prueba: ei panegíric¡, de la Divina Pastora, predicado por fray Diego en Ecija, «corre impreso con su nombre: pero, la verdad en su sitio, él ·no_ lo escribió. El Beato predicó el sermón, cuyo croquis conservo, y ni el texto es el mismo. Las ideas las tomó al oído el entonces Guardián del convento; l¡¡s escribió, y luego las mostraría al beato Diego (no -me consta), que seguramente daría el visto buen~, no sé si de grade o por fuer– za. Sabido es que el bienaventur:ido se quejó de esas oficiosidades hechas con la mejo-r buena fe,, (Croquis de la novenq..., p. 7, p._ota). Idéntico razon~miento .sigue repitiendo el padre Valencina en.los otros dos l_ugares don'.:!e h2 tratado de este tema. C) Por nuestra parte, si hemos de manifestar Hanamente n~e~tro par¡cer, diremos que éste sermón· en honor de :a Divina Pastora es sustancialmen,te original del Beito, pero no en su redacción íntegra, tal y como corre en· el 1mpr~so. _El es, efectivamente; el autor: pero esto no exige que todos los períodos y todas las frases de la obrita hayan: údo redactados directamente ¡,or él.

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