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BTO. DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ 1813 el M. R. P. Fr. Diego José de Cadiz, / Misionerc Apostólico Capuchi, no. / Obra póstuma. / Sevilla: / - / En la Imprenta de D. Agustin Muñoz, / año de 1813. 4.º-200 x 140 (caja: 150 x 94) mm. 42 págs. La importancia histórica de aquellos momentos nos pide algunos detalles sobre la manera en que f~é concebido y redactado este Memorial. Debióse la iniciativa al director espiritual del B,eato, don Juan José Alcover ·e Hi– gueras. El éxito de la guerra contra la regicida Asamblea revolucionaria de Francia fué en un principio muy favorable a las armas españolas, mas- pronto se cambió en adverso. Entonces, al sentirse este cambio desilusionador, el· padre Alcover ordena a su dirigido que escriba al rey Carlos IV un Memorial. En él expondrá fray Diego al Monarca cuáles eran en el fondo las causas de aquellas derrotas, 'y cómo tod;ivía era tiempo de aplacar a Dios ofendido y de. obtener la victoria por intercesión de la Virgen santísima. Las amarguras interiores que causó al Beato la redacción de este trabajo fueron mdecibles. No nacían éstas, como en otras ocasiones, por dificultades literarias, sino por los fundados temores que abrigaba el santo misionero de no ser escuchado, y más aun por su decidido propósito de mantenerse cada día más retirado .de todo contacto con la corte. Solamente por obedecer a su director espiritual y porque t-n su mandato ve la voluntad de Dios, pone, por fin, manos a la obrita. El 13 de enero de 179,4 recibe la carta del· p·adre Alcover, en la que és'te le habla por primera vez del Memorial. A ella contesta fray Diego el día 17, manifestando lar, gamente sus repugnancias, pero sometiéndos~ del todo· a. sus deseos ; y tras unos días de largas oraciones y penitencias, anúnciale que ya se pone al trabajo (CA 376, 379). En dos días escribió «dos medios pliegos en borrador" (CA 379,380). Síguese una larga interrupción, debida a ocupaciones misionales y a enfermedades; por lo que el r de marzo se ve obligado a escr-ibir a su dir~ctor: «Con esto digo a usted que el , Mem~~ial está detenido sin poder dar en él una plumada» (CA 381). Mas para el 15 de ·abril lo tiep.e ya conduído y lo está sacando en limpio (CA 384), aunque el impreso Jleva fecha 1d de mayo. Entregado el Memorial al Rey -según parece, por medio del confesor real~, antes dél mes de julio de aquel año de 1794 (CA 391), nada supo el insigne misionero sobre la· impresión que produjera en el ánimo del Monarca. Tan sólo encontramos esta re• ferencia en carta del 26 de agosto: «Parecieron los rogativas públicas, no sé si de .re• sultas del Memorial, porque el padre Confesor nada me ha avisado, como me lo pro, metió» (CA 395). Como es evidente, esta súplica· al Rey no estaba .destinada a la imprenta. Pero los devotos· del infatigable apóstyl la clivulgilron durante la Guerra de la Independencia, porque precisamente vieron realizado entonces en nuestra patria· 10 que fray Diego, con visión profética, tanto había .temido. Arch. Bto. Diego, Sevilla. 141

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