BCCCAP00000000000000000001711

1700 LAS OBRAS IMPRESAS DEL ahora no hay fondos para costear su impresión, y que por esto no habrá usted con– testado a mi majadera instancia; por esto se reduce ahora mi empeño a que, por sólo el amor y méritos de m; Señor Jesucristo crucificado y el de su santísima Do– lorosa Madré, se digne usted entregar mi manuscrito al hermano Juan de Lugo, a quien hoy escribo para que lo recoja, junto con las aprobaciones y licencias que usted sacó cuando pensó en darla a luz; o por ·lo menos, que le dé la novena." (Carta pu, blicada en EL ADALID SERÁFICO, t. 40 [Sevi!Ía, 1939], p. 200.) Algunas dificultades debieron oponer los censores, pues en la misma _carta con– tinúa nuestro apóstol así: «Aseguro a usted que, al ver mi ningút> mérito para que haya tenido usted la confianza para manifestarme el defecto que hayan hallado los censores en esa pequeña obra, me ha tenido y tiene. con el mayor cuidado, sin poder deponerlo jamás, por más que usted me asegura de lo contrario. Porque, teniendo tantas pruebas de su desmedido favor, rhe lle_no de confusiones al ver que, en una cosa tan fácil como devolverme ese papel que le pido, nunca se ha dignado usted con– cedérmelo, no obstante que, cuantas veces me ha propuesto que lo retiene hasta que– [yo] le forme otra [novena] en obsequio de nuestra Señora, le he hecho presente mi imposibilidad, y que ésta es mayor cada día por los nuevos papeles .y asuntos que me ocurren, y me son enteramente inexcusables. No se desazone usted por el amor y (sic) de Dios ni deje de hacerme el favor que le suplico, añadiendo, si no lo des-' n;erezco, el declararme las notas o censuras que· le hayan dado los señores jueces, etc.» Es decir, que la tardanza de don Manuel e_n devolver a fray Diego su manuscritc. interprétala éste en el sentido de que aquél quería ocultarle los graves reparos que la ce°;sura habría puesto a su obra. Sin embargo, no fué así. Los reparos no debieron ser de la menor importancia, puesto que don. Manuel tenía en su poder desde hacía largo tiempo la correspondiente licencia de impresión. La razón principal debió ser una de estas dos causas, o las dos juntas: la falta de fondos para sufragar los gastos de impresión, y las esperanzas que. aun tenía la Hermandad en que el santo capuchino compusiera también otra novena a la Santísima Virgen titular de la misma Cofradía, con el fin de imprimirlas las dos juntas; esperanzas que jamás pudieron realizarse. Lo cierto es que don Manuel no devolvió a fray Diego el autógrafo por él con tan justo ahinco solicitado, y que la novena continuó todavía cuatro años más sm pu, blicarse. lmprímese, por fin, la primera edición en _1799, conforme leemos en la portada que queda descrita. El 14 de enero de 1800 fray Diego comunica a don Manuel que ya recibió las veinte novenas impresas que le ha remitido. Pero vuelve justamente a la carga en cuanto a exigir su autógrafo: «Ahora pido a usted el favor de que recoja el original que yo entregué manuscrito y me lo guarde para nuestra vista» (EL ADALID SERÁFICO, ibid., p. 201, nota). A pesar de tanto solicitarlo, fray Diego no logró recoger su manuscrito, el cual está hoy en Sevilla, en poder de los hijos de don Antonio Collantes de Terán. En cuanto a la publicación de la novena, se han hecho afirmaciones que debemos ·rectificar. El señor SERRANO Y ORTi!GA, oh. cit., p. 151, escribe así, refiriéndose a nuestra ·novena : «Constituye este libro una página tan interesante para la historia de la devoción a Jesús del Gran Poder, que se han hecho de ella, desde que saliera por vez primera a la luz pública, hasta sieté ediciones de la misma, siendo la primera de - 116 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz