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BTO. DIEGO JOSÉ DE C,ÁDIZ 1794 ---~---~·-------- El manuscrito original definitivo lo remitíó ?. Ecijá el 4 de marzo de 1794, para que el padre González lo entregara al impresor, que era don Benito Daza (CI 31), El 15 de abril, fray Diep recibe en Ronda el primer pliego ya impreso (CI 32). Pero en julio quéjase mansamente de que «aún está por imprimirse la segunda parte, por la lentitud con que camina el impresor o no sé por qué» (CA 391). Por eso añade muy justamente que, «como nuestro papel consabido había de publicarse por ahora. y· su publicaci~n se halla tan retrasada, nos tememos salga cuando .sirva poco o nada» (CI 37), Por fin, el 16 de septiembre del mismo año de 1794 pregunta al padre Alcover por medi~ dé quién· le podrá enviar la obra, pues tiene noticias de estar ya termi, nada ,(CA 398). Pero se ve que aquel mismo día, después de remitida la citada cart~ a su director, recibe por fin la tan deseada obra recién salida de la imprenta, pues con la misma fecha escribe a ''su amigo de Ecija: «Recibo la tuya, a que acompaña e} impreso de la segunda parte de nuestra obr-1, de que te doy las debidas grae1as» (CI 44). Acabóse, pues, de imp1,1m1r esta obra al final del verano del año 1794, a pesa1, del gran empeño que había tenido su santo autor de sacarlá antes de la campafü bélica de primavera. , La tirada fué de 1.500 ejemplares, según da, a, entender fray Diego (CI 30). No tiene reparo en que el editor, don Benito Daza, imprima algunos ejemplare~ más por cuenta propia, tanto más cuanto que la situación financiera de Daza ne era muy desahogada, y fray Diego jamás miró estos asuntos desde el punto de vista económico. Por eso escribe al padre González: «Desde el principio dije que deseaba dar a do.n Benito alguna prueba de que apetecía sus alivios» (CI 31). Sin embargc,, hubo temores muy fundados de que el buen ,impresor se excediera en el número que. le permitían imprimir por su cuenta, pues, hasiéndose eco de esos temores, .dice fray Diego: «Entré los fpndamentos de este devoto [el encargado de la venta en Sevilla, Cádiz, etc.] para temer que Daza haya impreso para sí algún número exorbitante. uno es las demoras que ha tenido, pues no vemos que la haya dado concluída en ninguno de los plazos que ha puesto o se le han pedido. Yo suspendo m\ juicio; pera· .sentiré tengamos por esto algún disgusto, como lo hubo en otra ocasión; que no es bien se piense que falto a la verdad o me digan me dejo engañar fácilmente» (Cl 43). Esa «otra ocasión» en que hubo .disgustos con don Benito Daza· por excederse éste eri el número de ejemplares que el desinteresado fray Diego habta concertado con él. fué sin d9da en el año 1787, con motivo del sermón de san Pedro mártir, s~gun deja, mos apuntado en el númer,;i 39 de este Catálog" Presentación, precio y distribución. de la obr4.-Repetidas veces insistió fray Diego en que las dos partes de la obra habían de publicarse juntas, aunque cada ut:i,a llevara su distinta portada, paginación, índice y fe rle erratas, conforme él había dispuesto en el original (CI 33, 35,37, 39, etc.); y juntas también pensaba presentarlas a las •personas reales, como veremos después. Por este motivo procuró guardar absoluto· secreto sobre la primera parte ya impresa, hast¡; que se acabase de imprimir también la segunda, · Mas el editor no\ supo mantener la misma reserva; «De Marchena me avisan -es, cribe nuestro ·Santo al padre González en 22 de julio-- que allí se sabe, por carta :le don, Benito Daza, qtie ya está impresa 1~ primera parte. Confieso a usted que lo he &entido, porque, esmerándome ye en callar por los motivos que usted babe del Rey nuestro Señor, nos descompone con ¡>sas cosas ese santo· hombre, y má& si en con,

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