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BTO. DIEGO JOSÉ DE C.ÁDIZ tre, y antiguo / Regimiento de lnfanterla de Saboya. / Pmnera par.. te./ - / Ecija, año de M.DCC.XCIV. / En la imprenta de :p. Be.– nito Daza. 4."-205 x 143 (caja: 165 x-113) mm. Port.-V. con texto latino+ 2 págs. sin numerar de Indice+ 80 págs. con el texto de la primera parte. Segunda parte: Portadilla que dice: El Soldado Catolico en guerra de– Religion·. Segunda parte.-V. con texto latino+ 2 págs. sin numerar de In~ dioe + IV págs. de Prologo+ 92 págs. con. el texto de la_ segunda parte+ 3 pá~ gmas sm numerar de Indice de escritores+ I p. sin numerar de Erratas. La importancia histórica de esta obrita, el interés que en ella puso nuestro santo, misionero y la multitud de detalles que acerca de su redacción e impresión· y sobre la distribución de sus ejemplares nos dejó en su correspondencia, merecen que, nos de~ · tengamos un poco en est;,idiar su origen y realización, desde que apareció la idea en la mente de fray Diego hasta que la obra salió a la luz pública. Diremos, además, dos palabras acerca del éxito de la obra, y d11mostraremos también· que ésta ;es pre~ cisamente 1,a primera edición y no cualquiera otra que algunos bibliófilos han señalado' como primera. Origen y redacción de la Carta.-EI ideal religioso y monárquico, tan arraigado en~ tonces en· el pueblo español, fué ·el que imprimió carácter a ·nuestra ·oposición contrai 1 • los desenfrenos de la, Revolución francesa, y esta oposición vino, naturalmente, a. desembocar en nuestra Guerra, con Francia (r79yr795). Fray Diego José de Cádiz, que no podía renegar de su propia misión -la de ser el apóstol del pu~blo español en aquel siglo, principalmente ·desde que la corte había vuelto' las espaldas a su misión de: preservar a España de la irreligión y de la ruina-, púsose en seguida al servicio del pueblo, o, mejor, a dirigir su entusiasmo y arrojo por los debidos cauces sobre~ naturales, a santificar aquella campaña con caracteres de cruzada, cuyo· éxito, por culpa de los goberhantes, .no iba a corresponder a sus deseos y a los del pueblo es~· pañol. Por eso, dejando a un lado los muchos trabajos de pluma que los admiradores. de su predicación le piden constantemente, él prefiere dedicarse ahora a la redacción _de esta obrita, cuya primera idea, nacida en su mente sin sugerencias extrañas, lai vemos, por primera vez expresi!da en una carta del 26 de mayo de r793, dirigida a su director espiritual (CA 365). Nunca, como en esta ocasión, sintióse fray Diego mitad monje y mitad soldado. «Las 'actuales circunst;ncias -dice. a su sobtino al ·comienzo de ·la Carta....:.. no dan lugar a dilaciones... ·Justo es que..., no siéndome permitido manejar la .espada, porque 'mi estado lo repugna, me valga de la pluma, para instruirte en el modo con que has de usar · de la tuya en la presente guerra... De esta suerte conseguiré pelear en tí, con tus mismas armas,. contra esas gentes pésimas, y el vencerlas en· todos los que, estimulados por es.ta instrucción, pelearen con ·ellas y· las vencieren» (págs. .'2 y 3 de ,esta edición). Su intención era que la obra fuese largamente difundida entre el ejército. Al propio -85-

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