BCCCAP00000000000000000001710

EL CONCEPTO DE ((CARNE)) APLICADO A CRISTO Si, por lo que quiera que fuese, San Juan no nos describió en su Evangelio la institución de la Eucaristía,. sí nos conservó los dos magníficos discursos de Jesús en relación con ella ; y en el primero, en el de la promesa, ciertamente habló Jesús de su ((Car-· ne)), basar = sarx, y no de su péger o guf (ambos: cuerpo muerto, cadáver). Y la misma :Palabra usaría Jesús en la institución que en la promesa, puesto que no .tenía por qué variar de lenguaje, ni existía en el hablar común arameo palabra más apropiada, significa– tiva y rica de resonancias bíblicas (6). En cuanto al sentido más concreto de la palabra sar.JC , en el dis– curso de la promesa eucarística, todo depende de la frase decisiva de Jn. 6,füc: El pan que yo daré es 1ní CARNE por la vida del mundo. Aquí y en los vv. siguientes, sarx incluye todo el ser teándrico de Jesús en cuanto alimento vital de las almas por la fe, por la manducación eucarística y por la muerte en la cruz (7). En ese ir y venir del pensamiento-tan propio del estilo joánico;_; en ese aproximarse y alejarse del objeto, con que el Evangelista nos re– produce, a su manera, el discurso de Jesús, ocurren diversas fórmu– las, todas ellas equivalentes en su comprensión semántica al con– cepto de (<Carne», el· cual queda así totalmente aclarado en toda su concretez real. Estas fórmulas son: Yo, pan de vida, pan bajado del cielo, pan que yo daré, carne mía, carne del Hijo del hombre, (6) Cf. J. BONSIRVEN, «Hoc est corpus 1neum)): Recherches sur l'original ara– méen, en «Biblica», 29 (1948), págs. 206-21'9; !DEM, Le témoin du Verbe (Tolou– se, 1956), pág. '198; J. H .. BERNAThD, Gospel acc. to Saint J olm (Intern. Critica! Commentary), V'Ol. I >(Edinburgh, W42}, pág. CLXXI, fundándose en que la versión siríaca traduce pagar en Jn. 6, supone que quizá en tiempo de Jesucristo la p-:ila– bra hebrea péger significara ya cuerpo vivo. Pern esta hipótesis carece de funda– mento, al menos en San Juan. Porque, ¿ cómo explicar, entonces, esa constante limitación de Juan, que restringe el uso de soma a cuerpo muerto? Además, oomo reconoce Bernard, las tres que los ff..JXX traducen por soma el hebreo péger, se refieren a un cadáver. {7) H. ,Sc11ÜRMANN, J oh. 6,51c: ein Schlüssel zur johanneüchen Brotrede, en «Biblische Studien», 2 (1958), págs. 244-262, defiende con sólida argumentación que e,J ,citado v. 5lc se refiere sólo a ,!a primera parte del discurso del Pan de vida: manducación por la fe; en este caso, sar:,; significaría la persona de Jesús. Para nuestra argumentación, es indiferente que la sa,r:,; del v. 51c se refiera a la primera parte del discurso (la per,sona de Jesús) o propiamente a la segunda (la Eucaristía). Porque, como varias veces, a lo largo de su estudio, anota Schürmann (cf. pág. 246 s.; 250 s.; 256 s.), la sarx del discurso del Pan de vida. lleva c:onsigo una tendencia íntima hacia la idea de la muerte,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz