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412 ESTUDIOS BÍBLICOs.-Serafín de Ausejo, O. F. M. Por otro lado, siendo San Juan bastante menos «rabínico)) que San Pablo, parece, sin embargo, más cerrado que él al influjo del helenismo y se muestra más tradicional en la fideli<lad al pensa– miento general del judaísmo común, aun a pesar de que aparenta estar más lejos dd A. T. que el Apóstol de los gentiles. Estos tres elementos: su fidelidad al judaísmo común, ia densi– dad de sentido que algunas palabras encierran, y su procedimiento mental y estilístico por aproximaciones y alejamientos dd objeto, son causa de las dificultades que entraña un tema cualqniera del IV Evangelio, y, a veces, incluso una sola frase o una sola pa– labra. Y .tal parécenos que acontece con el concepto de «c2rne)) cuando San Juan lo usa en relación con Cristo. Propiamer.te hablando, sólo ocurre esta palabra, aplícada a Cristo, en dos pasajes del Evange– lio: Jn. 6,51-56 (numeración del griego) yl,14. Y a este último hay que añadir, como en cierto modo paralelos, 1 Jn. 4,2, y 2 Jn. 7. Tres ideas fundamentales se advierten en estos pasajes: la Eu– caristía, la cruz y la encarnación. Pero ¿ hay verdaderas fronteras en estos tres conceptos, de forma que no quepan interferencias en– tre ellos ? ¿O no será más apropiado decir que, para San Juan, cada uno de ellos contiene a los otros dos, aunque en ciertos mo– mentos sólo uno aparezca en primer plano, pero de forma que en el trasfondo se vean también los otros ? Y refirién.donos particu– larmente al concepto de <<Carne>) en Jn. 1,14: «el Logos se hizo carne)), ¿ no habrá aquí también ramificaciones o matices, cierta– mente entrevistos y apuntados por el Evangelista, pero no recogi– dos en nuestra Teología usual, elaborada con esquemas aristoJ:,élico- c1p10 parécenos acertado y ,creemos que también debe aplicarse a esta palabra, precisamente por la densidad de contenido que encierra. Más aún, quizá ese prin– cipio haya encontrado mejor formulación todavía en el siguiente párrafo de W. GRossouw (La glorification du Christ dans le quatrieme E:vangíle, en «Re– cherches Bibliques, III, !L'Évangile de Jean: Etudes et Problemes», Louvain, 1958, página 133): «On sait que l'évangeliste a un prédilection marquée pour quelaues termes, d'ordinaire tres simples, tels que voir, connaitre, vie, lumiere, monde, témoigner, jugement, qui reviennent fréquemment. I1 en fait un jeu subtil. Ces mots ont pour lui une réssonance profonde. Mais il n'est pas facile d'en saisir la signification, car d'une part Jean se montre particulierement économe d'épithe– tes explicatives, d'autre part ,et surtout ces termes semblent dotés d'une sorte d'élasticité, rendant possibles des glissements de pensée».

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