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EL CONCEPTO DE ·<<CARNE» APLICADO A CRISTO incluso en la edad tardía del apóstol San Juan, que Jesús fuera ver– dadero hombre, ni pensó que su cuerpo fuera meramente aparente. Ni San Juan se propuso demostrarlo ni tenía por qué proponérselo. Ni lo negaba Cerinto ni otros herejes contemporáneos del anciano apóstol. Pululaban ya, a la época de San Juan, como antes en los tiempos de San Pablo, las diversas corrientes gnósticas de carácter popular. Pero entre sus elementos esenciales no figuraba todavía el docetismo. Lo esencial era ese superior conocimiento -gnosis- que inmediatamente opera la salud ; el que ha recorrido las diversas fases de esta gnosis está ya salvado indefectiblemente. En consecuencia, Cristo no es el único ni el principal medio de salvación. Ni podría serlo, porque el hombre que murió en la cruz era Jesús : pero el Cristo .. ese elemento superior que había venido sobre Jesús en el momento del bautismo, ya lo había abandonado. No estaba unido al hombre Jesús en forma indisoluble o personal. Jesús no era esencialmente el Cristo. Ni mucho menos era el Hijo de Dios. Contra este cúmulo de herejías escribe San Juan sus Epístolas y, en parte, también su Evangelio. Todil su finalidad será demos– trar que Jesús-hombre es, simultánea e indiso1ub:emente, el Cristo, el Hijo de Dios (cf. Jn. 20,31; 1 Jn. 4,15; 5,5; -1,2; 2 Jn. 7). Y el hecho capital de la historia no es., para San Juan, aquel momento ocu; to de )a enearnación :nicial, en el sen.tido de pasar el Verbo di– vino ,1 la existenria h11man;:L, sit1.o el paso de este Jesús, Cristo e Hijo de Dios, de este mundo al Padre (20). Y este paso se realiza a través de su kenosis total y de la gloria de su resurrección. No siendo, pues, antidocetista la tendencia del Prólogo, la frase del v. 14a, no puede ser, en tal sentido, el pun.to central y culminante de su teología. Tiene una importancia teológica, equiparable, res– pectivamente, a las otras ideas fundamentales del Prólogo y de los demás himnos a Cristo conservados en el N. T. (21). 2) Cuantas veces ha usado San Juan, en su Evangelio o en sus Epístolas, el término sarx referido a Cristo, siempre va con.notando con él la kenosis soteriológica, la persona y la vida de Jesús entre– gadas a la muerte por la salud del mundo. (20) Cf. nota 14 de este estudio. (21) Cf., respecto de las tres ideas básicas de los himnos a Cristo en el Nuevo Testamento, nuestro extenso ,estudio ya citado, en ESTUDIOS BÍBLrcos, 15 (1956), páginas 223-277; 381-427, repetido en XVI Semana... , pp. 007-800.

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