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EL. CONC'EPTO DE <<CARNE)) APLICADO A CRISTO III. EL CONCEPTO DE <<CARNE>> APLICADO A CRISTO EN JN. 1,14a Vengamos ya al primer lugar del IV Evangelio donde ocurre la palabra sar:r en relación directa con Cristo. Es en la archisabida frase del Prólogo : El Logos se hizo carne. Ya en otra ocasión nos hemos ocupado ampliamente de esta frase (15). Resumiremos ahora nuestros raciocinios y veremos qué relación guarda aquí la palabra sar:r con el otro pasaje del Evangelio donde se encuentra: el dis– curso del Pan de vida, y con los lugares ya analizados de las Epís– tolas. Reconozcamos, desde luego, que la sar:r de Jn. 1,14a: se man– tiene den.tro de la esfera general de la semántica biblica ; supone la naturaleza humana íntegra, d hombre real y verdadero. Pero aquí la sar.r lleva un determinante, por antítesis, que, sin disminuir la significación fundamental del «hombre)), añade una mo– dalidad particular, por la cual se indica la manera como se realiza la vida del Logos al hacerse sar:r. Y esta modalidad es lo principal en la afirmación del Evangelista. En la frase el Logos se hizo carne tenemos dos verdades : una, sobre la cual no hay polémica, es el supuesto del dogma: el Logos– Cristo es verdadero hombre, en él se ha realizado la encarnación del Hijo d(:'. Dios, considerada ((post factum». (Ni San Juan ni San Pa– blo lo consideran nunca '<<Ín fieri»). La otra afirmación, que no es el supuesto de donde se parte, sino lo que directamente se quiere in- lean !-XII, en «Recherches Bibliques, III, IL' ltvangile de Jean: Etudes et Pro– bli:mes», Louvain :L958, p. 65): «Jean ne prétend nullement que l'incarnation, au sens de rpassage du Verbe divin dans l'existence hurnaine, soit l'événement ca– pital de l'histoire. C'est plutót -son passage de ce monde aupres de son Pére qui est le fait central. D'ailleurs J ean contemple moins la personne divine s'incarnant que l'Incarné rnanifostant sa divinité. ,Partant de la rnission dans le monde, l'évan– géliste conclut a une origine surhumaine et á une personnalité divine. Le mou– vement de sa pensée va done á l'encontre de notre théologie classique. Retenons done la fin de la vie terrestre du Christ comrne 1'événement décisif dans, la théo– logie johannique, ainsi que, d'ai!leurs, clans la théologie du christianisrne pri– primitif». {15) CL SERAFÍN DJ, AusEJü, ¿ Es itn himno a Cristo el prólogo de San Juan?, en Esrnmos BÍBLICOS, 15 (1956), pp. 295-402; publicado también en el volumen de la XVI Semana Bíblica Española (Madrid, :W56), pp, 300-375,
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