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910 FR. SERAFÍN DE AUSEJO, OFMCAP 606 de obras literarias y no la de escritos administrativos 9 • El lugar de su origen es ciertamente Egipto, sin que puedan precisarse apenas más detalles. Desde luego parece ser que fue adquirido en 1955 de uha familia copta 1 º. Pero sobre el lugar en que habría sido copiado nada se puede afirmar. El editor piensa, como posible, que este lugar sería un scriptorium dependiente de algún monasterio, donde, sin preten– siones de producir ejemplares de lujo, se obtenían copias de calidad bastante aceptable y aun buena 11 • Pero Aland niega que para entonces -hacia el año 200- existiera ya el monaquismo 12 , el cual apareció en Egipto por lo menos un siglo más tarde 13 • Mas esta hipótesis sobre la no existencia del monaquismo hacia el año 200 quizás también esté sujeta a revisión. Porque si Qumrán tenía su monasterio y su scrip– torium ya en el siglo I a. C., no se ve por qué no pudo haber también monasterios cristianos hacia el 200 d. C. 14 • Como mera hipótesis, Aland y Smothers sospechan que el lugar de origen del P 66 bien pudo ser Alejandría con sus escuelas catequéticas 15 ; y Aland sugiere que tam– bién podría pensarse, en vista de los descuidos del amanuense, aunque corregidos luego de su propia mano, que se trataba más bien de algún scriptoríum público cristiano (o quizá gnóstico), donde se encargaba la copia y se pagaba 16 • En cuanto al tiempo, el editor Martín, después de haber consultado con expertos papirólogos y en virtud de criterios paleográficos y de confrontamientos con los Papiros Rylands y Egertori 2, señala como fecha bastante aproximada, y en números redondos, el año 200 de nuestra era 17 • De la misma opinión es otro papirólogo berlinés, el Dr. Schubart, consultado al efecto por Aland 18 • Este llega a sospechar que las primeras hojas pueden ser incluso algo anteriores al año 200, si bien de la misma mano que el resto del Papiro, como defiende el editor. d) Otras características (puntuación, omisiones, enmiendas).-La puntuación es muy rudimentaria y nada sistemática. Todos los signos de puntuación se reducen a uno solo y no frecuente: el punto. En el ms. el punto hace las veces de nuestra coma, punto y coma, dos pun– tos, punto final y signo de interrogación 19 • 9 MARTIN, p. 15. 1 º ZIMMERMANN, p. 215. 11 MARTIN, p. 10. 12 ALAND, pp. 180 s. 13 ZIMMERMANN, pp. 215 5. 14 MONTEVECCHI, p. 266. 15 ALAND, p. 180. E. R. SMOTiiERS, p. 441. 16 ALAND, pp. 180 S~ 17 MARTIN, pp. 17-18. 18 ALAND, p. 164. 19 MARTIN, pp. 23-24. -4-

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