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617 EL PAPIRO BODMER II Y EL IV EVANGELIO 921 es que las palabras 't''ljv &px-fiv forman una locución adverbial 55 , bas– tante usada en el griego clásico 56 • Quizás el P 66 logre darnos luz sobre este obscuro pasaje, bien por– que él nos haya conservado el texto primitivo, bien porque las palabras que añade nos den la clave para una más recta interpretación. El P 66 trae el texto en esta forma: shtev cxú't'oi, ó 'h¡aoii<; • shtov ufLiV 't''ljv &pz-l¡v IÍ't't )Ul.t AClAW UfLiV 1tOAACl. exwv ... Tres variantes encontramos aquí: la adición de sI1tov úfLIV delante de 't''I\V &pz-f¡v, el relativo 3 't't, leído aquí como conjunción lí't't (según el editor; porque en el Papiro, puesto que sólo se usa la escritura continua, lo mismo podrá leerse lo uno que lo otro); y el cambio de la primera persona del verbo ez.w (al empezar el v. 26), en el parti– cipio sxwv, haciéndolo depender del verbo anterior. La segunda va– riante está representada también por algunos códices de la Vetus latina. La tercera no es tampoco totalmente desconocida en la Vetus latina y en la paráfrasis de Nonnus 57 • Pero la primera es exclusivamente propia del P 66 • Prescindamos de la tercera, puesto que no altera esencialmente el sentido de la frase del v. 25b. De la segunda, luego diremos algo, aunque su importancia para la exégesis no es sino muy insignificante. La que puede resultar esencial en el aspecto exegético es la primera. Examinemos, pues, esa adición de las palabras shtov ó[Lrv y su relación con el tan discutido acusativo -c-l¡v &.pz-f¡v. Las características que esta adición lleva en el ms. son muy dignas de notarse. El amanuense había copiado el v. 25b sin esta adición. Pero justamente delante de -c-l¡v &pz-f¡v coloca el signo indicador de haberse omitido algunas palabras. Este signo se repite arriba, en el margen superior de la página, y a continuación de ese signo figuran las palabras omitidas, es decir, shtov ÓfLiv. El editor Martin nos ad– vierte que el amanuense, buen calígrafo, incurre con frecuencia en omisiones; pero que casi todas ellas han sido reparadas por él mismo, usando de diversos métodos. Cuando la corrección es breve, introduce las letras o la palabra omitidas en las entrelíneas; cuando la corrección es larga, las palabras omitidas se escriben al margen, indicando el lugar exacto de la corrección por un signo, repetido delante de la adición marginal. Y además, una flecha hacia abajo al lado izquierdo de la línea señala exactamente cuál es la linea de la omisión, mientras otra flecha hacia arriba precede, en el margen superior, a las palabras 55 a. DELLING, en Kittel, Theologisches Worterbuch zum NT, I, p. 481. 56 D. GARCÍA HUG!-IES, Jo. 8, 25 «Principium qui et loquor vobis», en «Revista Española de Teología» 1 (1940) 243-246, trae bastantes ejemplos to– mados de los clásicos griegos. 57 PG 43, 817. -15- 39

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