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916 FR. SERAFÍN DE AUSEJO, OFMCAP 612 Hoy va siendo ya común entre los exégetas de diversos matices rechazar los vv. 3b-4 como glosa motivada por las frases del v. 7 42 • Quizás todo ello se deba al singular rLHo,; del v. 7, cuyo sentido bien pudiera ser colectivo, es decir, «otros», en cuyo caso nada queda de la maravillosa intervención de un ángel que movía el agua de la pis– cina .43. De todas formas, la aportación del pea en orden a este pasaje es sencillamente para confirmar que esos vv. no son auténticos. 4) El pasaje de Jn 7, 37 lleva consigo una cuestión exegética de gran importancia, cuya solución depende de la puntuación que se adopte. Sabido es que, según la numera tradicional de puntuar en este v., sería del corazón del creyente de donde brotarán «ríos de agua viva». Pero, si se puntúa según otra tradición que quizás justa– mente merezca ser llamada efesina, esos «ríos de agua viva» brotarán del corazón de Cristo. Todo ello consiste en saber si en mvl-rw (final del v. 37) se ha de poner punto, o siquiera una coma, o no ha de ponerse puntuación alguna, de suerte que el sujeto gramatical de mvÉ-rw no sea el -r!r; del v. 37, sino el b mcr-reúwv del v. 38. Recientemente, también nosotros nos hemos ocupado de este pasaje y hemos exten– dido, en la medida de lo posible, las razones de esta última pun– tuación, con su exégesis correspondiente, en el sentido de que es el corazón de Cristo -no el del creyente- el manantial de donde brotan los «ríos de agua viva» ' 14 • El P 66 va ciertamente contra esta última interpretación. Siendo tan parco, relativamente, en signos de puntuación, en este caso pone clarísimamente un punto después de 7ttVÉ-rw, como puede observarse en la reproducción fotográfica que precisamente de esta página nos ofrece el editor V. Martin. No cabe, pues, duda posible de que el amanuense del peo leía el v. 37 en conformidad con la puntuación que se ha llamado tradicional: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba; el que cree en mí, como· dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su seno». 5) En Jn 16,7 tiene el P 66 otra variante (si tal puede llamarse), hoy por hoy inexplicable. Ya hemos indicado que desde Jn 14, 26 en adelante solamente se conservan fragmentos del P 66 • El editor nos advierte que, en la pág. 116 del ms., una omisión del copista va co– rregida al margen superior de la página; pero que los vv. a los que se refiere la corrección se han perdido 45 • La corrección es realmente in- 42 Cf. SIMÓN-DORADO, ibid., p. 488. 43 Véase esta explicación, tan natural y sencilla, en T. ANTOLiN, La autenticidad de Jn 5, 3b-4 y la exégesis del v. 7, en «XVIII Semana Bíblica Española» (Madrid 1959), pp. 375-391. 44 Cf. SERAFÍN DE AusEJO, «Ríos de agua viva correrán de su seno», en «Estudios Franciscanos» 59 (1958) 161-186. 45 MARTIN, Supplérnent, p. 54.

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