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914 FR. SERAFÍN DE AUSEJO, OFMCAP 610 tras están unidas a Dios, interpreta Jn 1, 3 en el sentido de que el nuevo principio de las cosas comienza con el Logcis encarnado, pero que, separadas las cosas de él, todas ellas se convierten en nada; y concluye que los vv. 3-4, según el P 66 , tienen este sentido: todas las cosas han sido hechas por él; y cuando se separan de él, todas ellas se convierten en nada 33 • Todo cuanto individualmente ha sjdo hecho, si permanece unido al Logos, para ello hay 'lJida, todo tiene entonces vida o es 'l!Ída 34 • A nuestro entender, esta explicación resulta demasiado rebuscada para que pueda atribuírsele al amanuense del P 66 • Nos parece mucho más lógico y natural decir que la omisión de kv se debe a una haplo– grafía, sumamente comprensible en nuestro caso; y en cuanto a la ausencia total de puntuación, ello es porque no encontró en su ar– quetipo ni en el códice con el cual cotejó su copia división clara de estos vv. y por eso omitió honradamente todo signo de puntuación. En el v. 13 es de notar que el P 66 no contiene, ni por asomo, la variante del verbo en singular que recientemente se· ha querido res– tituir como posiblemente original 35 • Nada, pues, de oi; ... eyewf¡671, sino que el amanuense escribió con toda claridad o'/... eyewf¡671crocv. También es digno de observarse, dentro del Prólogo, que el P 66 coincide con el S, el B y otros en leer (v. 18) p.ovoyev'Yli; Osói; y no p.ovoyev'Yj, uíói;. 2) En Jn 4, 6 encontramos una variante curiosa, que podría ha– cernos cambiar la manera de figurarnos, con nuestra fantasía, la posi– ción que Jesús adoptó mientras hablaba con la Samaritana. Ordina– riamente leemos que Jesús, fatigado del camino, «se sentó, sin más, ;unto a la fuente», e1tl -r'/i 1t71y'ñ. Si a la preposición hí le damos su valor natural, habrá que imaginarse a Jesús sentado sobre el pozo, es decir, sobre el brocal del pozo. Boismard 36 se pregunta si en Palestina, al tiempo de Jesús, tenian los pozos su correspondiente brocal, de forma que en él pudieran sentarse los caminantes. Pero dejemos aparte el aspecto arqueológico de la cuestión. El P 66 escribe aquí e1tl -r·ñ rii, lección que, según Boismard, «da un sentido mucho más satisfacto– rio» 37 • Jesús. se sentó sencillamente sobre la tierra. Y esta variante del P 66 sería la del texto original, cambiada involuntariamente (aunque explicablemente, dada la semejanza de la una con la otra) en k1tl -r'ñ 1t71y'/i de los demás códices. En apoyo de la variante del P 66 , Boismard 33 Hay que observar también que el P 66 escrib~ ouoÉv por ouol: ev. 34 WORDSWORTH, pp. 3 y 7. 35 Cf. F. M. BRAUN, «Qui ex deo nlitus est», Jean 1, 13, en «Aux sour– ces de la Tradition chrétienne», Mélanges offerts a M. Goguel, Bibliotheque théologique (Neuchatel-Paris, 1950), pp. 11-13. 36 BOISMARD, art. cit., p. 397. 37 Ibid. -8-

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