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164 SERAFiN DE AUSEJO 4 cías a diversos estudios sobre el tema 4, aportar una documentación patrística más sólida a la nueva puntuación, adoptada ahora por el Sumo Pontífice en su encíclica 5 • Toda la cuestión está en determinar dónde ha de colocarse un pun– to o un punto y coma. A) Si este punto se coloca antes de las palabras xC<t 1:c'1ii1:w, las que siguen, ó 1wnsú{JJ'1 s/c; ~¡.,.á, han de tornarse como sujeto de ese mismo ver– bo que inmediatamente les precede: Y beba el que créé en mí. B) Si el punto o el punto y coma se coloca después de xC<i 1w1é1:w, este verbo ha de unirse a la frase anterior: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba; y entonces las palabras que siguen, ¿ mo-,súw,1 sic; s¡.,.ii, habrían de tomarse como un "nominativus pendens" (construcción semítica que apareoe algunas veces en el texto griego del NT; cf., den– tro de san Juan, 1,12; 6,39; 8,45; 15,2; 17,2), el cual debería ser un ge– nitivo, dependiente, por aposición, de &x -ct¡c; xot),irxc; au"tou que en un la– tín gramaticalmente correcto sería: Ex ventre eius, scilicet credentis in me... Como se ve, el sentido del texto varía radicalmente según la pun– tuación que se siga. Según la puntuación B), la tradicional (llamémos– la así, por ser: la de la Vulgata y la que siguen las ediciones críticas del texto griego), es el creyente quien, después de haber ido a Cristo y ha– ber saciado en él su sed, se convierte a su vez en manantial de aguas vivas para otros. Según la puntuación A), la efesina (pues justamente merece este nombre), no el creyente, sino Cristo mismo es el manan– tial de aguas vivas, que nacen de su seno, de su corazón, para derra– marse en abundancia sobre todos los que creyeren en él. La puntuación B) parece haber comenzado con Orígenes, fue aceptada por los grandes Padrns griegos y pasó definitivamente a los católicos de Occidente por obra de san Ambrosio y de san Jerónimo 4. H. RAHNER, «Flumina de ventre Christi»: Die patristische Auslegung van Jah 7, 37.38, en «Bíblica», 22 (1941) 269-302; 367-403. _ Un resumen de este estudio lo publicó en latín M. ZERWICK, en «Verbum Domini», 21 (1941) 327-337. - H. RAff· NER, Strome fl,iessen aus seinem Leib. Die aszetische Deutungsgeschichte van Joh 7, 37.38, en «Zeitschrift für Aszese und Mystik», 18 0943) 141-149. - J.-E. MÉNARD, L'tnterprétatian patristique de Jean, VII, 38, en «Revue de l'Université d'Ottawa,i, 2ó US5ól :,•-25• (de la Section spéciale) - S. DEL PARAMO, Agua dva del Corazón de Cristo ( Jn. 7,38): A propósito de la enciclica «Haurietis aquas», en «Sal Terrae», 45 (1957) 84-93. - H. RAHNER, Gedanken zur biblischen Begründung der Herz-Jesu– Verehrung, en el volumen de J. STIERLI, «C:or Salvataris»: Wege zur Herz-Jesu-Ve– rehrung (Friburgo, 1954) 37-41, 5. AAS, ib., 310.

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