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174 SER.l\FíN DE I\.USEJO 14 teram", no podemos señalar concretamente a qué palabra hebrea co– rresponde la de xot),/r,.. Pudo usar las palabras arameas karsii = vién– tre, seno, intéríor; o bien mé'ayii = entrañas. Pero lo cierto es que en los LXX la palabra xor1,ia traduce con más frecuencia que ninguna otra la palabra hebrea beten en todos sus significados y sentidos de "vientre", "seno materno, "interior". En el NT xo,)lx repite los significados de los LXX, tanto los de sentido real como los de sentido metafórico. Para el significado de "vientre" o en general todos los órganos del aparato digestivo, ten& mos Me 7, 19 y paral.; Ap 10, 9s. Para el significado de "lo interior", el "corazón" en sentido metafórico, como centro y sede de sentimien– tos y afectos, solamente existe el pasaje que estamos comentando 21 • Por su parte xapo/a (= corazón) en los LXX es el principio y el ór– gano de la vida del hombre, el pwlto íntimo donde se concentran el ser y el obrar del hombre como persona, como ser intelectual; y por lo mismo es la sede y el manantial de la vida religio'>o-moral. El NT, aunque siguiendo siempre la línea de los LXX, aún restringe más el uso de xapiiia, considerándolo como el órgano de la vida espiritual del alma. En sentido figurado, xapiiia es el centro de la vida interior del hombre, donde tienen su sede sentimientos y afectos, pensamientos y quereres, donde Dios habita, donde radica la vida religiosa y donde tiene su origen la conducta mm-al 22 • Que en el lugar que estamos comentand~ x(n'A/a sea equivalente a x,xpBúx se demuestra por varias razones. En primer lugar, ambas palabras son equivalentes, porque así lo reclama a todas luces el contexto inmediato. Pero tenemos también una prueba documental: en Ap 10,9, donde los mejores códices grie• gas leen ;wtAia ("toma y cómelo [este librito), y amargará tu vientré, mas en tu boca será duloe como la miel"), el códice A, por error o a sabiendas, escribió xr,.po/;i • Y comentando este pasaje del Apocalipsis Andrés de Cesarea, lo explicó así: "Amargará, pues, tu vientre, es de– cir: tu corazón, capaz de [recibir] alimentos espirituales" 23 • Pero aún tenemos más: comentando san Juan Crisóstomo nuestro texto del IV Evangelio, escribe de esta suerte: xo,;l.{"v iv.oouGr,. ,~v x,xp~fa:v q,l)a{; 21. Cf. SIMóN-DORADO, Praelectiones biblicae NT, vol. I (Turin-Madrid, 1947) 724; y sobre todo, BEHM, en el Theologisches Worterbuch de Kittel, vol. III, p. 786ss. 22. KITTEL, Theol. Wort., III, p. 613ss. 23. PG 106, 308.

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