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"RiOS DE AGUA VIVA" 173 Juan en un par de versículos, en alguno de los pórticos que rodeaban la explanada del Templo. La solemnidad del discurso píntala san Juan con sólo dos verbos: s/o-i:~m y ~xpoc~sv. jc;ú, se plantó--diríamos hoy-ante la muche– dumbre, entre la cual estaban los emisarios de los pontífices para prenderle (vv. 45 ss.), y gritó, no sólo para hacerse oir de sus numero– sus oyentes, sino también para indicar con el énfasis de su voz la li– bertad e intrepidez con que hablaba, al igual de como hablaron los profetas. El contenido del discurso, leyen<lo con la puntuación efesina, adop– tada por la encíclica, es éste (vv. 37b-S8): «El que tenga sed, venga a mí; y beba el que cree en mí. Como dijo la Escritura, ríos de agua viva manarán de sus entrañas». Y el evangelista san Juan añade este comentario: « Esto dijo del espíritu que habían de recibir los que cre– yeran en El; pues aún no había espíritu, porqué todavía Je– sús no había sido glorificado» (v. 39). El lenguaje es claran1ente metafórico. Tener sed, beber, agua, ríos entrañas, manantial: son metáforas ya usadas por la Escritura en el AT para indicar los bienes mesiánicos. Jesús viene a decir que él es la verdadera fuente o manantial de todos esos bienes; que esos bienes brotan de sus entrañas, de su corazón; y que consisten-explicará en– seguida san Juan-, en la donación del "espíritu" que recibirán los creyerites. Dos cuestiones reclaman nuestra atención para la recta inteligen– cia de este pasaje: 1) El sentido real de las metáforas del v. 38. 2) El significado de 1tv,u¡.w en el v. 39 y la explicación del pasaje dada por el Evangelista. 1) El sentido real de las métáforas del v. 38. a) xoiA{oc = corazón. - Pbr no conocer nosotros el texto concre- to del AT que Jesús cita, quizás "ad sensum," mucho más que "ad lit•

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