BCCCAP00000000000000000001706

~ES UN HIMNO A CRISTO EL PRÓLOGO· DE SAN' .lUANf 365 sarse San Juan, y por lo mismo debe admitirse en cuanto tal, en cuanto procedimiento. Por lo que respecta a la idea central del Prólogo, el P. Holzmeister propone la actividad soteriológica del Logos entre los hombres: el Lo– gos es fuente de vida sobrenatural, está entre los hombres, tiene sus · testigos que dan testimonio de El y tiene también sus enemigos. Este pensamiento central se desarrolla por medio de tres círculos concéntricos, pero con- cierta progresión, porque en el segundo, y sobre todo en el tercero, se van añadiendo al primero rasgos y precisiones. El primer ciclo declara' la eternidad y divinidad del Logos, su acción creadora y su mani– festación en el mundo (vv. 1-5); el segundo desarrolla estos dos pen– samientos, a saber: el Bautista, testigo de la luz, y la venida de la Luz al mundo (vv. 6-13); y el tercero, la gloria de la encarnación, el testi– monio de Juan y la plenitud desbordante de gracia y de verdad (VV':' 14-18). Es muy de notar que, aunque esta distribución parezc1:1, acomodarse a la sucesión histórica (el Verbo en el seno del Padre, en el pasado y en el presente), el P. Holzmeister rechaza expresamente tal sucesión tem– poral diciendo que .no se trata del pasado ni del presente, sino de una actividad, que tiene su realidad antes, después y en la encarnación. Sin embargo, todavía no da el paso definitivo, ni parece considerar al Logos como designando al Cristo histórico siempre, sino que admite también el Logos á:ocxpKoc; y el Logos fvocxpKoc;, con cierta sucesión histórica. Y, por lo mismo, su división y la exégesis en ella fundada, que aún siguen más o menos las ideas de la que hemos llamado "primera tenden– cia", quedan envueltas en cierta penumbra de vaguedades no muy lógi– cas, principalmente por haber tomado como idea central del Prólogo lo que, a nuestro modo de ver, es sólo un aspecto parcial del mismo. Nosotros creemos que la contextura temática del Prólogo es mucho más sencilla. Y si lo consideramos como himno a Cristo, lo que se pre– tende en él es enseñarnos quién es Jesús. A nuestro entender, mediante este procedimiento intuitivo tan propio de San Juan;_ mediante ese con– templar la verdad desde diversos puntos de vista; mediante ese proceder · por oleadas que van y vienen, avanzan y retroceden, hasta llegar a su plenitud; mediante esos círculos concéntricos o convergentes, lo que San Juan se propone no es este o aquel punto parcial y concreto, es decir, una sola verdad de las que encierra en sí la persona de Jesús, sino una definición o descripción de su ser teándrico, de las grandezas de su persona y de las riquezas sobrenaturales que cóntiene en sí, para derra– marlas sobre la humanidad y aun sobre el universo. En una palabra: de~irnos qué es Jesús en su persona y en su obra; enseñarnos que El es Dios y hombre, clave del universo, hecho con miras a El, fuente plení- [59)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz