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i,ES UN HIMNO A CR.ISTO EL PRÓLOGO DE SAN JUAN°I 345 de Dios, y de un sacerdote que realiza la acción sacerdotal por excelen– cia, la purificación de los pecados" (59). Pero en estos tres aspectos no se incluyen expresamente ciertas ideas que, aun cuando aparezcan gramaticalmente como frases subordi– nadas, son esencialísimas en cuanto descriptivas de la persona de Cristo y de su obra. Nos referimos a los vv. 2 b-c y 3 a-c. Y si tenemos en cuenta esas frases, todo el contenido temático de los vv. 2-4, que indis– cutiblemente nos hablan del Cristo histórico, se encuadra muy bien en las tres ideas fundamentales que hemos observado en los otros himnos cristológicos. Y, ante todo, en seguida se advierte que el tema trata esencialmente del Cristo histórico. Apenas el autor ha nombrado, equivalentemente, a Cristo (porque el ulóc; del v. 2a supone por Jesús de Nazaret y no por el }µjo de Dios sin la carne, ya que se refiere al que "nos ha hablado" después de haberlo hecho los profetas, y no1¡1 ha hablado últimamente, en nuestros días, tn' toxó:-r¡p -r&>v ~µÉpúlv -roÚTúlV); apenas, digo, ha nombrado a Jesús de Nazaret, en seguida lo introduce en su discurso mediante el relativo en diversos casos y ,a El dirige toda una serie de atributos que describen su persona y su· obra. Es, pues, del Cristo his– tórico, de Cristo Jesús de quien aqui se habla. El texto podemos distribuirlo así, siguiendo la clasificación de nues– tras tres ideas fundamentales: . l. v. 2b v. 3 II. m. v. 4 ov f9r¡KEV KA.Tjpovóµov 'TtÓ:VTúlV, fü' oí'.i KCXL E'TtOLTJOEV -rouc; .cxt&>vcxc;· oc; &v áncxúycxoµcx -rfic; M~r¡c; KCXL xcxpa:K-r~p 'tfic; ll'TtOOTÓ:OEúlc; a:ó-roO, CJ>ÉpúlV TE TO: náv-ra: -re:;, pf¡µa:-rL -rfic; Buvó:µ1:.úlc; CXlJTOÜ, K0:0.CXpLoµov TWV áµcxpTLWV 'Tt0l110Ó:µe.voc; ÉKÓ:9LOEV ÉV 5E~l<~ 'tfic; µ1:.yCXA.úlOÚVTJ<;. EV ll'VTJA.Ol<;, TOOOÚT!p KpEhTúlV ye.vóµe.voc; TQV áyyÉA.úlV ºº'ti f>tcxcpop@-re.pov ncxp• a:ü-rouc; KEKAr¡povóµr¡KEv éSvoµo:. El ritmo no es muy seguro, aunque no deja de percibirse cierta armonía. Tal vez el autor, en vez de sujetarse a ref)roducir o componer un himno de factura litúrgica, lo que hizo fué seguir las lineas temáticas de los himnos a Cristo por él oídos y cantados en las reuniones cultuales; y con esas ideas, pero prescindienlio de la forma rítmica usual en ellos, compuso este largo período, elocuente, oratorio, majestuoso, de estruc– tura estilística perfecta. (59) SPICQ, o. c., p. •2. [39)

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