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¿ :E:S tJN HIMNO A CRISTO EL PRÓLOGO I>E SAN JtJAN? 229 crito más antiguo de las epístolas ,de San Pablo, lee también aquí 't(Tl xupitp, al Señor, a Cristo. Tal vez lo auténtico sea esta lec– c10n, por más antigua y por estar más en consonancia con la realidad de los fragmentos hímnicos conservados por S;rn Pabfo y aun con la vida de los primitivos cristianos, de la que Cristo era siempre el centro y el alma (13). Además de estas frases generales de San Pablo respecto de los himnos a Cristo, el Apóstol ha recogido en sus escritos vados frag– mentos bastante amplios de tales himnos y aun himnos enteros. Con– cretando más : mientras sólo nos ha conservado dos daros frag– mentos de himnos dirigidos a Dios (1 Cor. 2,9 y 1 Tim. 6,1<6), son seis, por lo menos, los himnos por él conservados y cuyo tema es Cristo. Tres, en forma muy fragmentaria (Ef. 5, 14 ;, 1 Tim. 1, 17; 2 Tim. 4,18); uno, algo más extenso (1 Tim. 3,16); y dos que, a nuestro parecer y por lo que al tema en sí se refiere, están entera– mente completos (Fil. 2,6-11; Col. 1,15-20). Existe, además, el co– mienzo de la Epístola a los Hebreos, que reúne también, por su tema, aunque tal vez no tanto por su forma literaria, todas las caracterís– ticas de un himno a Cristo (14}. Alguien podría preguntarse cuáles son los criterios que tenemos para determinar si tal o cual pasaje paulino encierra un himno cris– tológico más o menos litúrgico, seguramente cantado por los fieles de la época apostólica. Estos criterios no son nada arbitrarios. Como después veremos, al tratar de la forma literaria de estos himnos, las características son: primeramente, el tema mismo -que para nos– otros es tal vez el criterio principal~, el cual constituye de ordina– rio todo un tejido de alabanzas a Cristo como síntesis dramática de su persona, de su vida, de su obra, de su gloria y de su presencia en la Iglesia ; y dentro de esta temática, se advierte cierta división en estmfas, según sus ideas fundamentales. En la construcción de las frases se echa de ver enseguida cierto ritmo, que inequívocamen– te delata la presencia de un trozo literario muy distinto de la prosa, (13) Cfr. igualmente CERFAUX: Loe. cit., pág. 4. (14) ,E,n I Bet,r. 2,22 apa,re1c,en ciierto,s. vesti,gio,s de un himn,o -preósamente celebra,ndo la kenosis de Cri~o-, cuya ,extensió~1 temárt:ka primitiva y cuya; forma aite,arfa original no es Jádl descubrir. Nosotros nos limita,mo,s a los escrito6 paulinos.