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¿ ES tJN lllMN:O A CRIS1'0 EL PRÓLOGO bli:: SAN JUAN? 275 dones participiales y relativas ; y, a pesar de la monotonía d~ la construcción gramatical, se advier.te en ellos un lirismo de lo más puro, exquisito y espiritual que pueda imaginarse. Las estrofas no se forman a base d~ dísticos, trísticos o polís– ticos en general, pol'que la unidad métrica .o poética no es el dís– tico, sino el estico individual. La. división en estrof~s no dependerá, pues, según nuestro parecer, de la forma, sino de la contextura riel tema. En los himnos cristológicos aparece la división tripartita que ya hemos r,egistrado, exigida por el tema, como tripartita era también, por su tema, la división de los himnos helenísticos del Asia M~nor, dedicados a los C:ésares y anteriormente a los dioses. Ya hemos dioho que esta división pierde bastante de su triple si– metría :estrófica con el correr del tiempo, como se ve en los himnos al Logos de las Odas de Salom6n y, mejor aún, en Clemente de Alejandría, porque el poeta amplía :nmensamente alguna de las partes o s.e desentiende de la otra (78). Pero en los himnos cristo– lógicos de las epístolas de San Pablo esta triple división estrófica nos parece evidente. Resumiendo, pues, en forma es,quemática cuanto llevamos di– cho, tenemos que la estructura del himno cristológico, particular– mente el de la era apostólica, comprende : carackr1stica de J.os himnos, pero quizá no tanto su forma Hteraria ,primitirva, por- . q,ue ,er autOlr sagrado se ha preocupado má,s d-e glosar la 1d,ea que de coi!Jlservair eJ ver,so. (78) G. Zt!NTZ: A Piece o¡ ea:rly christiam Rethoric in the NT Manuscript 1739, eP «Journal of Theological Studies», 47 {1946), 61};74, estudia un manuscrito del siglo x, del Monte Atos, que, a su vez, prncedería de un arquetipo quizá del s:– g!,o II, Y. aún ta,! v,ez empa,¡,entado con de:ma,s homi,1ía,s de MeJl.iión, d,e Srur,de,s o a!l'terio,r a éste. Contiene un troizo que es u.na especie de comentario, o midrasch a Act. 7 Gma11tilrio de San ES!teiban), pero no ·está compuesto de Era,se,s bíblicas, ,sino con ,eJ,ementos Ql'!'atoóos .griiegos. ~se carac,teriza po;r una 19eri,e de breves cláusu114'! parai1ella,s, de lo,ngitud casi idént~ca, ,marcada por la repetidón de los pronombres a,l principio de •cada dáusma, a,sí como, a.J final, por lfrns,es c'ontrapue;stas, que, en pa;r,te, 11esultan ,r,i.madas.» (pág. 71). ,En los ej,emplo,s ,de ,l\!Lelitón q,ue aduce Zuntz (página 72-W) &e advi,erte un ;ritmo darí.simo, di,ver&o según el tema de que trata; y Jo mi,s,mo se diga de los ,ejemplos paganos que teproduce. Las fraise,s. repetidas, iniciadas pon: e.J mismo pro,noanbre, son de c,orte semítko y parecen \Seguir ,cl pas ~aleibmo,, Pero estas Ira.ses se combinan con J.os artificios de,! a,sianismo con,tem– poráneo. La división en estrofas la piide ,el tema, según nue,str,o criteri,o, muooo máis que cuailquier número determinado de ver.so, s. Es muy curio,&o, este ca,so, por– que no,s parece que confiTl!lla cuanto ve-niimo,s aiirmando aquí ,sobre la wueva poesfa cristiana.

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