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¿ ES UN HIMNO A CRISTO EL PRÓLOGO DE SAN JUAN? 267 II. ¿ SON LOS HIMNOS CRISTOLÓGICOS DE LA IGLESIA PRIMITIVA UN GÉNERO 'l'OÉTICO NUEVO ? l. () bserV'aciones generalqs Aquella triple clasificación de los cánticos de la Iglesia nacien– te de que nos hablaba San Pablo en Ef. 5,HJ y Col. 8,16-«salmos, himnos y cánticos espirituales» (60)-, así como los himnos de los escritos paulinos analizados aquí por nosotros, más otros pasajes de Íos Hechos y del Apocalipsis que podríamos aducir, y toda la historia de las reuniones cultuales de los primitivos cristianos, nos advierten que la inspiración cristiana de primera hora tenía una espontaneidad rnaravi'llosa (61). Esta espontaneidad, si se· atenía a un tipo único de himno cris– t0•lógico en cuanto a la temática, era porque el tema mismo-las riquezas teándricas de la persona de Cristo en la carrera de su vida histórica-así lo requería, tanto más cuanto que estos himnos resu– mían la predicación apostólica respecto de Cristo y se daban for– zosamente la mano con las profesiones de fe cristiana. Pero en cuan– to a la forma, y aun a la misma disposición interna del tema, no ,(60) Cf. supra, pág. 228. (61) Sobre el culto, ,en 1a iglesia primitiva tiene un t:·arbarjito muy úti,1 O, CuLL– MANN: Le culte dans ('Eglise primitive, Cahiers théol. de l'Actualité protestante, 8 (Neuohatel-París, 1948). Después de demostrar cómo, la Igle ,s.fa rompe con la tra– didón judía, po1r lo ,que respecta a,l lugar de reunión y 2,l día de 1a s•emana, y esto ya desde lo,s primerísimos tiempo,s, estudia los demento¡; del culto cristiano, entre }os -cnale,s tiene un papel ·relativamente important,e el cantar ,salmo,s e himnos. Lue– go ,señala ta ·importa,ncia que •en tales reunio1rns tenían lais fórmulas de prof.esión de fe, .r,edtada,s durainte los actos de culto. Y, refiriéndo,se a,! re•conodmi•ento de Cristo -como Kyrios por •parr-t,e <le fos fiele-s congregados, dice : «-Esta confesión del Kyrios aparece en el NT y en -ortros escrit•os del cristian:,smo primitivo en fórmu.Ja,s ,sumamente expiicita,s, cuando todavía no existía una formuladón única. Lo qu:e cara-eteriza todas ,esta,s anitiguas ,confesiones de f.e es que ,son cristocéntricas y que acentúan principa.lment.e el ,señorí,o, actual de Cri,sto. Y e.sto es confirmación de lo qu,e venimo,s diciendo : que Crr-i,sto r-esucitado, ocupa •el e-entro de toda fa vida cultual de la Iglesia,> (pág. 20-21), Y sobre la importancia de Cristo resucitado en la igJ,esia primi,tiva, -en general, véase la magnífica obra de J. 'ScHMITT: Jésus res– suscité •dans la prédication apostolique (Parí,s, 1949), pág; 240.

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