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¿ES UN HIMNO A CRISTO EL PRÓLOGO DE SAN JUAN? 265 El ritmo no es muy seguro, aunque no deja de percibirse cierta armonía. Tal vez el autor, en vez de sujetarse a reproducir o com– poner un himno de factura litúrgica, lo que hizo fué seguir las lí– neas temáticas de los himnos a Cristo por él oídos y cantados en las reuniones cultuales, y con esas ideas, pero prescindiendo de la forma rítmica usual de ellos, compuso este largo período, elocuen– te, oratorio, majestuoso, de estructura estilística perfecta. Pero lo interesante aquí, para nuestro caso, son las ideas del tema. Estas pueden reducirse perfectamente, sin violencia alguna al pensamiento,_ a las tres ideas consabidas de los otros himnos. Y mientras la primera-fo que Cristo es en su s-er teándrico-s-e da la mano con la primera estrofa del himno de Co1osenses, la terce– ra-fa gloria celeste de Cristo--<parece una réplica abreviada de la tercera estrofa del himno de Filipenses ; y, en cambio, la segunda idea--<la relativa a la kenosis de Cristo~aparece a.qui sumamente escueta y suavizada, aunque claramente se alude a ella mediante un sencillo verso intermedio. Dios nos ha hablado últimamente por Jesucristo, v, 2b <JJA ,quien -co 1 nstituyól heredero de todo, pocr quien también hizo lois mundo,s ; v, 3 ,eJ -cual, ,siendo e1 ,eispl1endor de ,su gloirfa e imagen de ,su s,u-stancia, y el que .sustenta el -unive•reo con isu po,den·o-s,a. palabra, de,spués de reaHza-r .J,a purificación de lo•s pe-cado,s, 1S1e, ,sentó a la diess,tra de la Majel'Jtad ,en la,s aJturais, v. 4 •hecho ta,nt·o mayan· qu·e !o,s ánge.J1e,s, -cuando que he-redó un n:ombr,e i,ncomparablemente supe,rí,or al de- -eUois.» No podemos entrar en deta'lles exegéticos de cada una de estas frases. Pero bien se echa de ver que el ser «heredero» (por derecho propio o por donación)' de todas las cosas, el habier sido hechos los mundos o los siglos (a1éñvm:) mediante :m (at· oo), el ser el esplendor bri'llante que ema1,1a de la gloria de Dios al manifestar– se ad extra, o el reflejo visible de esa gloria (rh:aó 1 aa¡ta); el ser «imagen», figura, expresión, impronta (xapax,~p) de la sustancia divina ; el ser con su palabra o intervención creadora el sustentador del universo_ o el que -da consistencia a todas las cosas ((f)Éprov n ,d 1Cá.na 1:qi p~µa1:t 1:~t: auvá.µsru<; whou): todas estas ideas, si por una parte nos presentan a Cristo en su consustancialidad divina con el Padre,

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