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i62 :r!STUí>IOS BÍBLicos.-Fr. S. de Ausejo, O. F. M., Cap. En consecuencia, parécenos que este fragmento cristológico de l Tim. 3,16 corre en la misma línea kenótica y gloriosa, respectiva– mente, del himno de Filipenses, por más que la kenosis esté aquí reducida, a su mínima expresión, a las palabras sv aapxL No sabemos cuáles eran los versos del himno omitidos en este fragmento, que seguramente no comenzaba por el verso que aquí se cita en primer lugar. Pero no sería extraño-aunque esto sta pura hipótesis-que al principio del himno se hablara de las cuali– dades divinas de la persona. histórica de Cristo (lo que hemos lla– mado primera idea fundamental de los himnos cristológicos); luego claramente se alude a la kenosis de Cristo, siquiera en forma suma-_ rísima (segunda fdea fundamental) ; y por último, en frases compen– diosas, se canta la resurrección ,de Cris.1;o, la vida gloriosa y la efi– cacia de su presencia espiritual en el mundo (tercera idea funda– mental, algo parecida a la segunda idea del himno de Colosenses). La conclusión es clara. También este himno cristológico de 1 Tim 3,16 sigue, en forma genérica, la misma trayec.toria de los otros himnos a Cristo estudiados anteriormente ; contiene, como ellos, la sustancia del «kerigma» apos.1;ólico y constituye una ver– dadera prnfesión de fe en Cristo. d) Hebrr,2-4: El lector medianamente preparado que aborda la Epístola a los Hebreos en seguida queda gratamente maravillado por la solemni– dad majestuosa de estos primeros versículos y por su denso conte– nido (56). El autor sagrado, lo mismo que San Juan en su primera carta, ni indica su nombre ni el de los destinatarios, sino que en– tra de lleno en la enunciación y en el fondo de su tema, presentán– dolo de pronto en magnífica síntesis. Pero más aún que con la 1 Epís– tola de San Juan, esta introducción de Hebreos es comparable con oiben la enca1"naci6n pos,a ja,ctum y no in fieri ; y la eincarnad6n post factum in– cluye esa modalidad iken6Hca, añadimo,s- nosotros, in,eeparabJ.e de la vida terrestre úe Gr:issto. {56) Así lo ihac,en notar, ,en general, los ,comenrarios. Cif., entre fos. de última ho1"a, TEODORICO DA CASTEL S. PIETRO: L'E pistola agli Ebrei, La Sa,cra Bibbia . di Garofalo (Turín-Roma, 1952), in h. l., y C. SPICQ: E.p'itre aux H ébreux, edi– ción 2.a, vol II (Paris, 1953), pág. 1.

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