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258 ESTUDIOS BÍBucos.-Fr. S. de Ausejo, O, F. M., Cap. El texto del himno suena asi : "Or:; v. 16 b-g zcpo.vEpm6Y¡ E'/ ao.pxi, ta1xo.1006'fl &v 1tv1:óp.a.,t, Olf6'/J a. 11 éA.oti;, axy¡póxOr¡ iv /t6vi:atv, &mai:eóO'fj &v xóop.qi , dveA~p.q,Or¡ ev ~óE-q. No podemos entrar en demasiados detalles sobre la significación de cada uno de estos versos, y menos teniendo en cuenta la mul– tiplicidad de pareceres que existe en cuanto a su exégesis concre– ta (51). Vamos a fijarnos más bien en la idea general de este himno y a compararla con las ideas fondamentales de los otros himnos cristológicos de que anteriormente hablábamos. El gran «Misterio)) es la persona de Cristo, v 16b--g ocEI cua-1 fué manifostado en carne, fué justificado en espíritu, fué mostrado a Io<i ángeles, foé predicado entre los gentiles, fué creído en el mundo, fué asunto en gloiria.» Como se ve, el himno tiene por tema fundamental la aparición Je Cristo, su «epifanía» en ,el mundo terrestre y angélico, su mani– festación gloriosa en el mundo de la fe y en la gloria de la bienaven-. foranza. El tema. se repite con énfasis mediante el procedimiento literario de la antítesis combinada con el quiasmo. Pero «la idea ge– neral es la de una manifestación total, cósmica y celeste de Cristo 'Eq;eo,ulv (de Act. 19, 28. 34): Son aclamaciones introductorias o tamb:én acla– maciones que van a;lt,ernando con el himno en forma de epk,lesis. Y hasta Jo,s v,e,rso,s de todo e,l himno parecen guardar der.ta proporción c,on los títul0>s que la turba ,enardedda de Efoso tributaba a ,su diosa, <legúu las f.ras,e.s que re,produ– ce Act. 19, 26. 2:l. 35 (págs. 78-79), aunque tal vez esta última comparación rernlte un tanto forza;da. (51) Cf. SPICQ: o. c., pág. 108 SS.