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252 ESTUDIOS BÍBucos.-Fr. S. de Ausejo, O. F. M., Cap. tiente histórica. Y aun incluso desde esta vertienfe--viene a decir aquí San Pablo---,Cristo influye en la existencia sobrenaturalizada de ángeles, de hombres y de todo el cosmos, que así puede llamarse propíamenfe «su obra». En Filipenses se ensalzaban más directa– mente sus derechos divinos ; en Colosenses se canta su divina actua– ción y primacía ; pero en ambos casos se considera siempre al Cristo histórico, Dios-'hombre. Existe, pues, en cuanto al tema, cierta co– rielación entre la primera idea fundamental del himno a la kenosis de Cristo y la primera idea fundamental del himno a su primacía ;_¡bsoluta. La segunda idea fundamental de esfe himno crisfológico celebra también la primada de Cristo, pero en un aspecto estrictamente so– feriológico o redentor, en orden a su Iglesia, sobre la que Él, pri– mogénito de entre los muertos por su resurrección y constituído «pleroma>> o fuente de vida sobr'enaforal, expande, como la cabeza sobre su cuerpo respectivo, toda su vitalidad sobrenatural. Como Cristo es la clave y el intermediario del primer plan divi– no- de la creación sobrenaforalizada-la única creación histórica-, así también lo es en el segundo plan, después que el primero quedó desquiciado en sus líneas arquitectónicas por el pecado. En este nuevo orden de cosas aparece una nueva entidad, la Igle– sia, que es cuerpo de Cristo y de la que Cristo es cabeza. Cristo es la ((Cabeza» porque de Él parte la vida hacia el ((Cuerpo» ; :tl:1 lo rige, lo mantiene unido y le -da eficacia, ya que lo ha constituido instru– mento único para realizar su obra -de restauración. Siempre en este nuevo plan, Cristo es fambién el «comienzo)), ªPX~, porque el nuevo orden de cosas comienza con la muerte v la resurrección de Crisfo y durará para siempre (d. 1 Cor. 15, 23-28) ; y es «el primogénifo de entre los muertos», las «primicias>> de la humanidad futura, ya comenzada en este mundo por la reden– ción aporfada por Él. Así en esfe nuevo orden, comenzado aquí y duradero para toda 1a eternidad, Cristo tendrá fambién la primacía ;_¡ bsoluta y univ;ersal, según el designio -de Dios, por el cual quedó rnnstituído como «primero ,en fodo)) (44). Y la razón de toda esfa primacía es porque plugo a Dios que fodo el «pleroma)) r-esidiera en Cristo. «Crisfo es pleroma de ,Dios-hemos escrito en otro lugar– en doble sentido : porque en Él queda condensada toda Ja virtud (44) Cf. MASSON: o. c., pág. 102.

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