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¿ :ES UN llIMN.O A CRISTO EL PRÓLOGO DE SAN JUA~? 243 en su muerte, modelo de los sentimientos de to.do cristiano ; y en su gloria. Estas ideas fundamentales-lo que Cristo es como Dios hecho hombre, su vida humilde y su muerte en la cruz, y la exaltación glo– riosa de su resurreccjón y ascensión a los cielos, quedando entroni– zado como Kyrios, rey y señor del universo~, con varían.tes más o menos destacadas, según los diversos autores y finalidad de sus es– critos, forman el núcleo del primitivo credo cristiano, porque son el contenido sustancial del «kerigma» apos.tólico. Y precisamente por esto, la temática de los demás himnos cristológicos, conservados por San Pablo total. o parcialmente, será idéntica, en sus líneas funda– mentales, con la del que acabamos de estudiar (32). (33) Hemo,. so,slayado, hasta ahora, e1 problema Htera•rio qu.e e111,traña este him– n-0, y es conv,¡;niente decir siqui,era do,s palabras en- torno a e-ste pr,olilema. ¿ Es este himno original de San Pablo, q1.11~en lo habría compu•esto, por ooneii– guie111te, con ocasión de r-edactar su carta a lo-si Filipe,nses, o es anterfo,r a él, d¡e forma que yá existiera en la ig!e,sia de .su tiempo y él se limi,tara a ci,tarJ.o, ~a;l vez glosándolo o, por lo meno,s, jntr-oidudendo en él algunais modificaciones? 'l'ambién ,en este punto ha,y so,l,udo111es para t•odos lo.s gustos. P,escartando, po,r impo.sible, la idea de un.a adición posterior a la Epístola, ya que el contexto de todo e1 capítulo II de Filipenses lo ,exig,e, dos soilucione,s, pri-ncipwlment,e, se pre-. sentan: 1) J. M. GoNZÁLEZ Rurz (o. cit., pág. 42) observa, con CERFAux, que e,ste himno se encuéntra perfectamente encajado en su oont,exto inmediato, sin que se advi-erta .seña<f a,lguna de ,sutura de ninguna cla,s,e. Lo cua,l es muy v,erdad, en eI &eút~do de que el mi,smo contexto ex~ge aquí la prese111da del himno•. I'ie!t'·O esto no explica todavía el hed10 extraño, -qUie no se da, por ejemplo, en e.J mmno de Col. 1, 15-20, de· por ,qué encont:ramo,s aquí una .s,erie de términos no perten,edentes a·. vocabulario pauEn? ni siquiera, en parte, al del resto del NT, cuales son: ev P.ºP'f't Bemil, áp11:awó,, lxavm:iav, &v óp.ot( bp.ai :t, ~1:a1teivulcrev, imepó4wosv. 2) ,Por ,eso crnemos ,c,on BONNARD (!o. c., pág. 47) ,que fa, posición máis só,Uda e.s ;péll1Sa:r que ,s,e trata de un himno primitivo, ya en us,o ientre fo,s filipenses, que San Pa,blo introduce a,quí con miras a la ,exhortación. Por eso respeta los términos, aun .siendo tan ex'1:raños a ,su manera habitual ·de expr,esarse, e incLuso 'los deja ,sin expHcarlos, po11que •lo"' sabe ya ,conocidos de sus fieles. · Aunque _pa:rezca, pues, -esJe himno original de San Pablo, po!t' razón del con– te•xto irnmediato y rep11esente fie,!mente su cri,stología, ,en r,ealida,d e;g de proc,edlencia eclesiástica y anterior a éil, oomo dice tambm J. S.cHMITT: J ésus .re·ssusdté daJns ta prédic0,1tion apostoliqU)C (París, 1949), pág. 98 ,s., como resumen del ,estudio que l1a,ce de este ,texto, ,en ,el ca.pítulo dedicado a J,o,s Vestigios de las pritmitil/Jas ple– garias (pág. 85-105).

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