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¿ ES UN HIMNO A CRISTO EL PRÓLOGO DE SAN JUAN? 421 El v. 13.--Para Giichter (128), el v. 13 no es original del himno, porque no se guarda en él el paralelismo. Otra cosa sería si, en lu• gar de tres frases positivas y una negativa, tuviéramos dos positivas y dos negativas. Además, está construído en prosa, según él. Y aún contiene palabras que no parecen del estilo joánico. Nos permitimos dudar del valor de estas razones. Primeramente, aun suponiendo como fundamental la ley del paralelismo en las li– teraturas semíticas .,.-,cosa hoy dis¡:::utible, por lo menos aplicada a todas las épocas-, esa ley no se cumple siempre, ni siquiera en la mayoría de las ocasiones, en la que hemos llamado nueva Poesía cristiana (129). Ni en el Prólogo tampoco. El mismo v. _16, admitido por Giichter como original del himno, no presenta un paralelismo mayor que el del v. 13. Por consiguiente, no se puede rechazar este versículo en virtud de la· ausencia de paralelismo. El ritmo es .bástante aceptable. La misma enumeración, a base de frases negativas, lo pide. Y los acentos le corresponden. ,Reúne, pues, este versí¡:::ulo condiciones de forma literaria más que suficien– tes para que pueda incluírsele en el himno primitivo. Pero otra cosa muy distinta es Ja temática, gue, para nosotros, conforme hemos indicado ya muchas veces, es lo más fundamental. Aquí hemos de hacer, necesariamente, una distinción: Si leemos este versículo en la forma actual: o'L.. & 1 sw~6r¡aav, el p~nsamiento ·corre en ia misma línea del v. 12~ del que no es sino una ampliación explicativa de ¡:::6mo los hombres llegan a +a filiación divina. Los creyentes nacen de Dios y no de las fuerzas humanas. Y si hemos rechazado el v. 12, es lógico que rechacemos también, por idéntic.as razones, el v. 13. Así, en su forma, actual, no puede pertenecer al primitivo himno a Cristo. En cambio, si aceptamos la lectura propuesta por Braun (130) : o<;... & 1 sw~611, la cuestión varía radicalmente. Entonces, este v. 13 es independiente del v. 12. Por su tema se une perfectamente al v. 14a-b. Si las dos frases del v. 14a-b nos explican la venida del Logos por la encarnación k~nótica, el v. 13, que le antecede, nos habla de la encarnaci6n virginal. El relativo inicial y el verbo, leídos en singular, s6lo pueden referirse al Logos, «el cual naci6», no de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del (128) GXcHTER, Strophen... , p. 107.. . (129) Cf. supra, p. :268 y 273 ss. ·(130) Cf 1 BRAUN, como e:n la nota 97 de este trab(!.jo.

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