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412 ESTUDIOS BÍBucos.-Fr. S. de Ausejo, O. F. M., Cap. b) Determinación concreta de la forma literaria del Prólogo como himno Tomando ahora como base sólo aquellos versículos cuyo tema en– caja perfectamente en la temática de los himnos a Cristo, es decir, los ya analizados por nosotros en las estrofas indicadas, vamos a concretar más y ver cómo se cumplen en ellos los principios que antes dedujimos sobre la forma literaria de los h1mnos (120). Más tarde justificaremos por qué, a nuestro parecer, existen en la forma actual del Prólogo-introducción algunos versículos que no parece pudieran pertenecer al primitivo Prólogo-himno. 1. Los versos individuales abundan de tal manera en el Pró– logo, que casi todo él (por lo que respecta a los versículos por nos– otros recogidos como pertenecientes al himno primitivo) está consti– tuido por clúusulas brevísimas, independientes, isorítmicas, simple– men enlazadas por el xat copulativo. Esto vale sobre todo para la pri– mera gran estrofa y para la segunda, tan breve. El pensamiento pro– gresa, péro siempre mediante frases sueltas. En la tercera gran es– trofa, cada tripleta de versos forma una sola oración gramatical, (120) Cf. supra, p. 273 ss. Bultmann, aparte de lo descabellado de su teo. ría, que considera el Prólogo como himno al Bautista, hace un fino análisis literario de los versos del Prólogo. Reconoce, como en general los comenta. rios a San Juan, que en el Prólogo falta el paralelismo sinónimo y el sinté– tico, que parecen ser tan característicos de la poesía semítica ; anota cómo existe un procedimiento especial, consistente en que cada miembro contie– ne generalmente dos palabras acentuadas, pero dispuestas de forma que la primera del miembro siguiente es repetición de la segunda del miembro an– terior. Cada dos frases breves se juntan para formar un verso doble; pero mientras unas veces ambos miembros expresan un solo pensamiento (vv. 9.12.14c-d), en otras, el segundo continúa el pensamiento del pri– mero y lo amplía (v. 1. 4. 14a), bien por paralelismo (v. 3'), bien por antíte– sis v. 5. 10. 11). R. BULTMANN, Das E1Jangelium des Johannes, Knt.- exeg, Komment. über das N.T." (Gottingen, 1953;, p. 2 ss. En cuanto a su teo– ría especial sobre el origen del Prólogo como himno al Bautista, procedente de una comunidad ((bautista» opuesta a la iglesia naciente, a la cual ha– bría pe'rtenecido el Evangelista antes de su conversión al cristianismo, uti– lizando luego el himno de su comunidad anterior, dedicado al Bautista como Logos, para glorificar ahora a Cristo con igual título y como Logos encar– nado (p. 4-5), véase la justa critica que, dentro de su campo acató1ico, le hace CH. MASSON, Le prologue du quatrieme E-Jangile, en «Revue de Théo– logie et de Philosophie», 28 (1940), 297-311

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